Dirigentes políticos y de derechos humanos, miembros de la Iglesia y familiares de víctimas de Cromañón expresaron opiniones a favor y en contra de la destitución del jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, aprobada por la Sala Juzgadora de la Legislatura.
El ex presidente Raúl Alfonsín consideró en declaraciones un "pésimo precedente" la decisión de la Sala Juzgadora, en particular para la "marcha de las instituciones democráticas del país".
El jefe de Compromiso para el Cambio, Mauricio Macri, y el vicepresidente del partido, Horacio Rodríguez Larreta, prefirieron no opinar sobre la destitución. "Los que hablarán son los legisladores de la Ciudad, encabezados por la diputada Gabriela Michetti, en una conferencia de prensa", dijeron los voceros consultados.
La senadora Vilma Ibarra acusó Macri, Elisa Carrió y Luis Zamora como los principales responsables de la destitución de su hermano como jefe de Gobierno. Macri, dijo en diálogo la senadora, "fue un activista" a favor de la destitución, mientras al referirse a Carrió consideró "patético" el papel que cumplió como "cómplice silenciosa".
"La ciudadanía quedó muy lejos de la mayoría de sus representantes, se exhibió una dirigencia política muy acorralada que utiliza sin escrúpulos lo que pasó en Cromañón para lograr ventajas políticas", dijo la hermana de Ibarra.
La jefa del ARI, Elisa Carrió, manifestó "felicidad" por la destitución de Ibarra y denunció, "muchos intentos de compra de votos con dinero" por parte del ibarrismo.
"Por primera vez veo que se hace justicia en tiempo oportuno", sostuvo Carrió y remarcó que en este caso "las únicas 194 víctimas son las de Cromañón, pese a la manipulación y la campaña instrumentada por Ibarra".
El bloque de diputados nacionales de ARI manifestó su "respaldo" a los legisladores porteños de esa agrupación y destacaron "el compromiso con la búsqueda de la verdad a lo largo de toda la investigación".
El Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), que encabeza Raúl Castells, manifestó en un comunicado que la destitución del jefe de Gobierno constituye un "gran triunfo popular" y una "gran derrotar del gobierno (del presidente Néstor) Kirchner".
El abogado y padre de una de las víctimas de República Cromañón, José Iglesias, dijo que "hubo mucha honestidad" en el recinto de la Legislatura al votar la destitución, y expresó "deslusión" por el voto de la legisladora Beatriz Baltroc. "Hubo momentos de mucha honestidad en el recinto, se escucharon cosas muy fuertes", dijo Iglesias en declaraciones realizadas a la prensa al retirarse de la Legislatura porteña.
El obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Jorge Lozano, consideró que la destitución de Ibarra fue "un paso adecuado e importante" dentro de los mecanismos que prevé la Constitución de la ciudad, pero consideró prematura "sacar conclusiones".
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carloto, consideró poco antes de la destitución que Ibarra no debía no ser "usado como un chivo expiatorio", en una nueva ratificación de su respaldo al jefe de Gobierno.
La secretaria de Educación porteña, Roxana Perazza, consideró "terrible" que "algunos legisladores estén tan desconectados de lo que quiere la gente, de lo que manifestó, de no respetar los mandatos constitucionales".
Juan Carlos López, ex secretario de Justicia y Seguridad porteño, procesado en la causa Cromañón, expresó "sorpresa" por la falta de "mesura" y "cordura" en la posición de los legisladores.
"Lamentablemente el oportunismo político volvió a estar presente, todos aquellos que habían hablado de coimas, en el caso de Romagnoli, ahora no se qué desfachatez tienen para seguir hablándole a la sociedad", concluyó.
