“Nos queda un gran compromiso”. Una frase que sintetizó de alguna manera todo lo que fue la 13° entrega de los Premios Parlamentario. Un premio que esta vez tuvo como máximos ganadores al diputado Héctor Polino y al senador Jorge Capitanich.
Ambos fueron destacados por su trabajo en sus respectivas cámaras: uno desde el oficialismo y otro desde la oposición.
Y los dos señalaron que al Congreso le queda “un gran compromiso”. Héctor Polino, a cargo del cierre del acto, volvió a cargar contra los denominados superpoderes que el Parlamento otorga: “El Congreso es el poder más democrático que ha ideado la Constitución y es importante que el Parlamento retome sus facultades y atribuciones constitucionales y terminar de una buena vez con la delegación de facultades que le son propias al Poder Ejecutivo de turno”.
Capitanich, también se refirió a esto. “Nos queda un gran compromiso y una gran agenda de aquí en adelante, nosotros tenemos una responsabilidad desde el oficialismo de garantizar calidad institucional, respeto a las ideas del otro, pluralismo y fundamentalmente un libre debate de ideas”. Y también habló de otras moras: las sociales. “Es más fácil ejercer la función de legislador desde el oficialismo cuando la Argentina está en camino de recuperación, creciendo al 9% acumulativo, cuando baja la pobreza, la indigencia... pero también reconociendo que hay muchos pobres en la Argentina, que hay muchos hermanos nuestros que sufren hambre o miseria y esto nos obliga a renovar el compromiso”.
Las deudas legislativas
El acto comenzó con las palabras de uno de los directores de Parlamentario, Oscar Benini, quien no dejó de destacar que el año pasado el trabajo legislativo dejó mucho más en el debe que en el haber, sobre todo en la Cámara de Diputados. Por eso reclamó “un replanteo de cara a esos reclamos, marcando una agenda sobre temas que preocupan fundamentalmente a los argentinos de este tiempo y que, sin duda, deberían figurar entre los desafíos prioritarios a los que habrá que hacer frente sin demoras”.
“Es hora entonces que los temas centrales sean incluidos en este nuevo período parlamentario”, agregó Benini, quien recordó que la mayoría de la sociedad pide “más participación, compromiso e independencia del Poder Legislativo”, ante lo cual advirtió a los legisladores que en ellos queda “recuperar el protagonismo, como lo hicieron en los momentos difíciles de la vida democrática argentina”.
También a los legisladores se dirigió el otro director de Parlamentario, José Angel Di Mauro, quien dijo soñar “con un Congreso que despierte en la sociedad el orgullo que sabemos que merece”. En tal sentido reclamó “que el debate se produzca dentro de estas paredes y no simplemente en los medios; que una magistral pieza oratoria, certera y atinada, pueda hacer cambiar alguna vez el pensamiento de otros pares y revertir una votación”.
“Que las votaciones, entonces, se resuelvan en el recinto y no necesariamente fuera de él”, enfatizó, reclamando un Parlamento “que no sea permeable a las presiones externas: ni las de otros poderes, ni las de los medios, ni las de la gente. Que los votos se cambien a través de las ideas y no de los aprietes”.
Luego fue el turno de quien presidió el acto en su carácter de vicepresidente primero del Senado, el justicialista salteño Marcelo López Arias. El legislador comenzó sus palabras pidiendo disculpas en nombre del vicepresidente Daniel Scioli, quien no pudo asistir al acto por haber sido convocado a una reunión en Casa de Gobierno. López Arias ponderó a Semanario Parlamentario y recató la labor del Congreso por “poco a poco” haber “encontrado el camino para salir de la crisis”.
“Estoy convencido de que este es el camino correcto. Pero para eso no sólo debe haber crecimiento económico, sino también recuperación institucional y que cada institución haga lo que corresponda”, remarcó.
“Y no basta con las denigraciones generales -consideró-, sino que hay que discernir al que trabaja bien del que trabaja mal. Para esto son muy importantes los medios de comunicación. Y esto es lo que hace Parlamentario”. Al finalizar hizo hincapié en valorar “este premio que nos saca de la descalificación global” y el “aporte incondicional que Parlamentario hace al funcionamiento institucional”.
Polino y Capitanich no fueron los únicos galardonados. También hubo otros premiados, que fueron igualmente aplaudidos por los asistentes. Al recibir el suyo, Ernesto Sanz -actual jefe de la bancada radical- se dio lugar para una broma, en la que hizo referencia al duro momento que vive su partido. “El año pasado fui segundo de Pichetto; este año, segundo de Capitanich. Esto es una trampa más del peronismo para no saber contra quién hay que pelear”, dijo a modo irónico, despertando risas y aplausos. Más adelante, haciendo una comparación con la realidad, afirmó: “Nosotros vamos a seguir peleando, no les quepa duda. Este es un estímulo para mi bloque y para mi partido que no está pasando un buen momento y que está en crisis. Pero las ha tenido muchas y ésta es una más. Y va a salir”, agregó. Luego destacó el premio como un estímulo para que “los de afuera” sepan “que la UCR no va a morir”, y que “los de adentro” sepan que “necesitamos a un partido que esté parado sobre sus propios pies”.
El segundo puesto en Diputados fue para Graciela Camaño quien no alcanzó a recibir su plaqueta pues debió retirarse al ser convocada de urgencia desde su bloque diez minutos antes de llegar su turno para recibir la distinción. Una asesora recibió su premio y en nombre de la diputada reconoció su “trabajo, militancia y su compromiso para una Argentina mejor”.
El tercer lugar en la Cámara baja fue para una doble ganadora de los Premios Parlamentario. Hablamos de la ex diputada Margarita Stolbizer, principal ganadora en las ediciones 2003 y 2004. Y en su último año como diputada, si bien no ganó, no salió del podio. Al recibir la mención, agradeció a sus empleados, a todos los trabajadores del Congreso y especialmente “a la militancia política, que pone en cada uno de nosotros sus sueños y esperanzas”. También hizo una mención a aquellos que “en cada recambio parlamentario renuevan su confianza y sus esperanzas”. Y agregó: “nosotros estamos llamados a no defraudarlos”.
A su turno, la senadora justicialista Sonia Escudero subió al estrado y elogió la cobertura periodística que realiza Parlamentario “para que la gente entienda para qué sirve un legislador”.
También dedicó un párrafo particular a las duras circunstancias en que tuvo que asumir. “Pasaron cuatro años cuando llegábamos por primera vez a esta casa en medio de la peor crisis por la que pasara la Argentina. A cuatro años de esa fecha, hoy la Argentina está mejor: el superávit fiscal, el crecimiento del PBI, las mejoras en distintas cosas nos pueden crear el espejismo de que todo va bien”, advirtió. Y en consonancia con los máximos ganadores de la noche, Escudero afirmó: “Me parece que tenemos que pensar cuáles son las asignaturas pendientes. Y quiero hacer votos para que este año se empiece a discutir la ley de Coparticipación. Creo que es en esta casa donde debemos debatir de cara a la gente cuál es el paraíso que queremos construir”, dijo.
Otro ganador que resultó muy aplaudido por los presentes fue el senador socialista Rubén Giustiniani, que cosechó muchos aplausos de quienes vinieron especialmente a homenajear al también socialista Héctor Polino.
El santafesino consideró el premio como “un compromiso”, y lo dedicó a los votantes, a su familia -“que me pone una cuota de felicidad y alegría en esta aridez que nos toca vivir”-, a mis padres -“de quienes adquirí la honestidad, la honradez, la cultura del trabajo y la sensibilidad social”, y al Partido Socialista. Más adelante dejó un mensaje: “Insisto en la necesidad de la lucha permanente por la libertad, por la justicia, por la solidaridad y sobre todo en este 24 de marzo por los que no están”, y por último dedicó un párrafo al “maestro” Alfredo Bravo.
Del ARI, el tercer bloque en importancia de la Cámara baja hasta el período pasado, resultó premiado su jefe de bloque, Eduardo Macaluse. Al recibir su galardón, el bonaerense dijo que le dio “vergüenza cuando me dijeron que me tocaba a mí recibir el premio, porque el trabajo en nuestro bloque es colectivo”. Por eso, dedicó la mención a sus compañeros y luego recordó que “mucha gente la está pasando muy mal por decisiones que se tomaron acá adentro”; decisiones que pidió no volver a tomar para no tener que arrepentirse.
Otro senador premiado fue el radical Gerardo Morales, quien al igual que Sanz es una de las máximas autoridades de su bloque. El legislador jujeño aprovechó el homenaje para agradecer a Parlamentario e invitar a sus pares a “asumir el compromiso permanente por mejorar la calidad institucional de convertir al Congreso en receptor de la voz del pueblo”, y evitar que el Parlamento “se convierta en una simple escribanía que sólo certifica actos de gobierno”.
Para el senador radical independiente Rodolfo Terragno fue su primera distinción de parte de esta revista. En su discurso, el legislador reclamó “un Congreso donde el arte de la persuasión pueda ejercerse y donde no sólo se consideren los proyectos de afuera”. También pidió no reincidir en proyectos que han “saqueado la Argentina” y que a su criterio no demostraron resultados.
Legisladores prolíficos
Si bien ahora es senador de la Nación, hasta el año pasado era diputado. Y su labor le valió que en la jornada se le entregara un premio. El diputado Roberto Basualdo fue consagrado como uno de los más laboriosos y de hecho fue el que más proyectos de ley presentó durante 2005. Luego de agradecer la colaboración de sus empleados, el legislador sanjuanino hizo referencia a la parálisis legislativa vivida el año pasado en la Cámara baja. “Creo que tenemos una cuenta pendiente por no haber trabajado tanto durante 2005”, dijo, tras lo cual reclamó: “Hay que trabajar más por nuestras propias ideas como legisladores y no sólo en lo que quiere el Ejecutivo”.
Otra de las premiadas fue la senadora Marita Perceval, quien con su carisma habitual pronunció unas palabras ante las cuales el resto de los legisladores y presentes asentían con la cabeza. La legisladora enfatizó en la necesidad de “democratizar la democracia” y de “dotar de legitimidad a las instituciones”.
“Lograr mejoras sociales es para nosotros una responsabilidad indelegable y eso es lo que permitirá la democratización de la democracia”. Por otra parte, resaltó la tarea de Parlamentario, que “nos entrevista a todos y a todas” y que valora “lo que cada uno hace, pero también lo que deja de hacer”.
Otra legisladora muy reconocida por sus pares es Mirian Curletti, la radical chaqueña que es vicepresidenta primera del Senado. La senadora se destaca por ser una de las que más proyectos presenta en cada uno de los rubros y cuando le tocó recibir su galardón la legisladora agradeció a la revista y a “mis colegas senadores de todos los partidos”, de quienes dijo aprender “mucho” su premio lo dedicó a las mujeres chaqueñas.
Claudio Lozano fue uno de los más aplaudidos al recibir su premio. Tal vez por la simpatía que despierta -desde las diferencias-, su posición ideológica y su capacidad de trabajo y análisis. A esto hizo referencia en su discurso. “Yo soy consiente de que soy una posición minoritaria en este Parlamento, por lo que el reconocimiento tiene una dosis de doble legitimidad”, se alegró. Y luego dedicó un párrafo a hacer observaciones agudas sobre el funcionamiento del Poder Legislativo en la Argentina. “Muchas veces se dice que falta vocación de trabajo. Yo nunca creí en eso. Pero sí creo que hay un déficit en los resultados de lo que se produce, porque es un Parlamento que dictó normas para vender la soberanía de la Patria”. También el legislador de la CTA homenajeó a los caídos luego del golpe de 1976.
A su turno, el senador por el Partido Renovador de Salta Ricardo Gómez Diez agradeció su premio y dijo que el mismo sólo lo compromete a “seguir en el esfuerzo para generar una Argentina para todos”.
El último legislador premiado fue el radical Mario Losada, quien hasta el año pasado presidía el bloque radical. El senador con mandato cumplido reconoció que pese a sus más de 20 años en el Parlamento “este premio sigue teniendo el mismo valor y me sigue generando los mismos nervios”.
También remarcó que, gracias a Parlamentario, “hombres y mujeres del interior tuvimos y tenemos la posibilidad de transmitir nuestros sueños e ilusiones”.
En efecto, varios discursos hicieron referencia a los sueños. Porque soñar con un país mejor es tan válido como pensar que una nueva política es posible.