El presidente Néstor Kirchner convocó a un debate nacional para una nueva ley de Educación, que, según alentó, podría convertirse en norma a fines de este año.
En ese marco, Kirchner estimó que es necesario que se diseñe una "ley que interprete la opinión de todos y se convierta en una política de Estado".
"Debemos convocar, sin sectarismo, a todas las opiniones del país porque, ese debate es el centro de la discusión del modelo de país que queremos para las próximas décadas", enfatizó Kirchner.
De esta manera, el jefe de Estado planteó públicamente el decreto que firmó minutos antes con la convocatoria a este debate nacional.
El presidente Kirchner y el ministro de Educación Daniel Filmus encabezaron el acto de lanzamiento de la convocatoria a "un debate amplio y profundo" de una nueva Ley de Educación Nacional que reemplace a la Ley Federal vigente desde 1993 y que "termine con las asimetrías y las desigualdades".
El Gobierno eligió como marco de su convocatoria un Salón Blanco de la Casa de Gobierno que resultó colmado por los integrantes del Gabinete nacional, gobernadores, ministros de las carteras educativas de todo el país, dirigentes gremiales, autoridades educativas y representantes de distintos sectores.
La discusión sobre la reforma a la ley de Educación, que se extenderá por 180 días, girará en torno a la unidad en el sistema de enseñanza y a la igualdad en la calidad escolar para aplicarse en forma uniforme en todo el país.
Estos objetivos son los que el Gobierno expresó en un documento que se presentó esta tarde como base para el futuro proyecto de ley.
Kirchner entendió "fundamental que en una ley tan profunda se termine todo tipo de macartismo que quiera castrar la posibilidad de pensar diferente, o de tener un pensamiento o aportes que se traten de neutralizar no por ideas superadoras sino tratando de acallar con la descalificación, lo que le produjo mucho daño al país".
"Hoy el espíritu de aquella carpa blanca, que sintetizaba la propuesta de muchos sectores, esta en todos los representantes que integran el sistema educativo y que serán parte de una discusión que va a ser profunda y difícil pero que va a ser un paso definitivo para reconstruir la Argentina soñada", dijo Kirchner.
En ese desafío, el mandatario convocó "al conjunto de los actores del sistema educativo, las fuerzas políticas, las fuerzas del trabajo, las empresas, la producción, la iglesia, organizaciones no gubernamentales y movimientos populares para la elaboración de un proyecto de Ley Nacional de Educación". La voluntad expresa del Gobierno es "concretar este debate amplio y plural en línea con la decisión de ubicar a la educación como principal prioridad nacional", enfatizó el mandatario al repasar varios aspectos de la política desarrollada durante sus tres años de gestión.
Entre los temas sobresalientes que plantea el Gobierno para el debate, se cuenta la obligatoriedad de la escuela secundaria, la universalización del preescolar y plantear la recuperación de la unidad educativa perdida tras la aplicación desigual de la Ley Federal.
Por su parte, el ministro de Educación aseguró que la Argentina que queremos "es la que vamos a reconstruir hoy (a través de la Ley Nacional de Educación) donde la calidad educativa sea el tema central y que sólo es posible entenderla como derecho social e igualitario para todos".