El Congreso no es una isla y ya se comenzó a vivir allí el clima mundialista, aunque se asegura que la actividad legislativa no resultará afectada. ¿El favorito? Argentina.
Por Pablo Winokur
Los políticos son los representantes de los ciudadanos comunes, y si bien a veces parecen alejados de sus intereses, hay algo que sin duda une estrechamente a todos por igual: la pasión por el fútbol.
De ahí que Parlamentario se tomara el trabajo de realizar entre sus miembros una encuesta exclusiva para determinar quién será a juicio de los legisladores el ganador del torneo ecuménico. Y el resultado fue tal vez una muestra de confianza o “cassette”, ya que ampliamente se dio a la Argentina como favorita.
Amén de ello, la pregunta que muchos se hacen es si el Mundial afectará el normal desarrollo de la actividad legislativa. En principio, podría anticiparse que no.
¡Vamos, vamos!
Si bien el seleccionado argentino no figura este año entre los favoritos de los especialistas, la confianza es alta. “Hay que fijarse que el Mundial pasado estábamos entre los candidatos y nos eliminaron en la primera ronda. A la Argentina nunca le hace bien que haya altas expectativas”, opinó el senador Roberto Basualdo, quien ya tiene reservado un pasaje para presenciar la semifinal y la final, independientemente de que llegue o no el conjunto albiceleste.
El optimismo del legislador sanjuanino es compartido por la mayoría de sus pares. Según una encuesta realizada por Parlamentario entre diputados y senadores de distintas bancadas y distritos, el 70% piensa que nuestro seleccionado se consagrará campeón en Alemania. La muestra es por demás representativa, teniendo en cuenta la gran diferencia que existe con quien salió segundo en las preferencias, el eterno rival, Brasil, máximo favorito de todas las encuestas y apuestas que se hacen en todo el mundo. En el Congreso Nacional, nuestros socios principales del Mercosur fueron votados por el 10,7% de los consultados: entre ellos, el senador y ex presidente Carlos Menem, quien remarcó su admiración por la forma de juego brasileño. También sorprendió el arista Eduardo Macaluse, quien aclaró que éste es el único punto de contacto que tiene con el ex jefe de Estado.
Tercero en las preferencias quedó Italia, con el 6,15% de los votos, seguido por Inglaterra y Alemania, cuya condición de local no parece ser elemento suficiente para que se alce con el máximo trofeo, al menos según opinan los legisladores consultados.
Un dato interesante es que cuando a los que mencionaron a la Argentina como candidata se les preguntó contra quién sería el partido de la final, la mayoría contestó Brasil, amén de que para que semejante cruce tenga lugar en esa instancia deben darse una serie de factores muy determinados. Pero también varios dijeron que el otro finalista sería Alemania, en tanto otros mencionaron a Inglaterra, otro eterno rival.
En cambio, sólo unos pocos consideraron que el rival de Argentina en la final será Italia.
Trabajo legislativo
País futbolero si los hay, curiosamente pocos se horrorizaron al decidir anticipadamente las autoridades educativas que los alumnos de la mayoría de las escuelas puedan ver los partidos de Argentina por TV. Y más de un legislador -sobre todo los más nuevos- se ve venir la polémica que se armará si el desarrollo del torneo llega a afectar la actividad legislativa. Es bien sabido que en general se acuerda de antemano que las sesiones se pospongan -o se suspendan- para que todos puedan ver el Mundial. De otro modo, si hubiera una sesión a la hora de un partido importante, seguramente no habría quórum.
De todas formas, no serán muchos los partidos que podrían interferir con la labor del Congreso. El primer encuentro de la Argentina -contra Costa de Marfil- tendrá lugar un sábado. El segundo -contra Serbia y Montenegro- será viernes, día en el que habitualmente los legisladores están en sus provincias. Recién el tercer cotejo -contra Holanda- será un miércoles a las 16, hora local. Esto sí representa un problema porque, día de sesiones y seguramente se modificará el horario de sesiones, si directamente no se suspende. Habrá que esperar a ver qué sucede.
Si la Argentina pasara a la siguiente ronda -usemos el potencial, acordémonos de Corea-Japón-, habría dos caminos posibles, según termine primera o segunda en su grupo. En ambos casos jugaría en fin de semana, del 24 y 25 de junio, con lo cual no habría problemas. Tampoco habría superposiciones en cuartos de final, porque Argentina jugaría el viernes 30.
Los problemas recién volverían a aparecer si los muchachos de Pekerman andan bien y llegan a la semifinal. En esta instancia les puede tocar jugar el martes 4 o miércoles 5, en ambos casos a las 16. Que el partido sea el martes no provocaría dificultades, dado que las reuniones de comisión se pueden mover a la mañana, al mediodía o para después del partido. Pero si fuera el miércoles, nuevamente habría que suspender la sesión, lo cual -al ser la segunda vez en un mes- podría ser muy mal visto por la opinión pública. “Mirá… si llegamos a las semifinales no va a quedar ni un recuadrito del diario para criticarnos a nosotros”, calculó en off un legislador oficialista.
Gane o pierda en las semifinales, el conjunto argentino competiría el siguiente fin de semana: el domingo 9 por la final, o el sábado 8 por el tercer puesto.
En el ínterin, el Mundial seguramente irá dando mucho que hablar, y habrá que ver cuántos legisladores se hacen una escapada. Como el ya citado Basualdo, o el caso también conocido de Mauricio Macri, quien ya anticipó que se tomará licencia sin goce de sueldo por 15 días, en su calidad de dirigente de fútbol.
Nobleza obliga, habrá que aclarar también que si bien hay una mayoría futbolera en el Congreso, no son pocos a los que ese deporte los tiene sin cuidado. Porcentaje elevado en los últimos tiempos por la gran cantidad de mujeres que ocupan bancas en el Parlamento.
Es que si bien no faltan quienes están capacitadas para discutir palmo a palmo sobre el tema con sus colegas varones, hay otras que se confiesan neófitas en el tema. Como es el caso de la neuquina Alicia Comelli, quien al margen de confiar en las posibilidades del seleccionado argentino confesó que hasta hace poco tiempo creía que “los equipos se formaban con once jugadores de campo y el arquero... ¿Cómo iba a pensar que iban a ser un número impar?”
A quiénes apuestan
Argentina: Juan Acuña Kunz, Elda Agüero, Juan José Alvarez, Pedro Azcoiti, Graciela Bar, Vilma Baragiola, Roberto Basualdo, Liliana Bayonzo, Paula Bertol, Hermes Binner, Graciela Camaño, Carlos Cecco, Fernando Chironi, Alicia Comelli, Diana Conti, Jorge Daud, Edgardo Depretri, José María Díaz Bancalari, Miguel Dovena, Sonia Escudero, Nora Ginzburg, Silvana Giudici, Roddy Ingram, Eusebia Jerez, Daniel Kroneberger, Mauricio Macri, Beatriz Leyba de Martí, Alfredo Martínez, Carlos Mediza, Olinda Montenegro, Alejandro Nieva, Patricia Panzoni, Mirta Pérez, Miguel Angel Pichetto, Marina Riofrío, Agustín Rossi, Ernesto Sanz, Laura Sesma, Juan Sylvestre Begnis, Carlos Sosa, Paola Spátola, Hugo Storero, Alicia Tate, Sergio Varisco, Pablo Zancada y Víctor Zimmerman
Brasil: Jorge Capitanich, Eduardo Macaluse, Marta Maffei, Araceli Méndez de Ferreyra, Carlos Menem, Gerardo Morales y Luis Naidenoff Pettcoff
Italia: Isabel Artola, Eugenio Burzaco, Mario Negri y Patricia Vaca Narvaja
Inglaterra: Luis Galvalisi y Julio Martínez
Alemania: Ricardo Jano y Osvaldo Nemirovsci
No contestaron: Marina Cassese, Vilma Ibarra, Carlos Raimundi y Carlos Tinnirello