La Comisión de Familia de la Cámara baja abrió el debate sobre el proyecto de educación sexual pero decidió pasarlo a asesores, para analizar con mayor profundidad los alcances de la iniciativa, que propone la obligatoriedad de la enseñanza de esa temática en las escuelas primarias y secundarias de todo el país.
El debate de la propuesta -que cuenta con dictamen de Educación- quedó abierto en la comisión de Familia que preside la kirchnerista bonaerense Juliana Di Tulio, donde la mayoría de los legisladores se manifestaron a favor del proyecto, pero acordaron pasarlo a la discusión de los asesores antes de emitir despacho.
Durante la reunión, Di Tulio destacó la necesidad de avanzar en la discusión del proyecto "lo más rápido posible", aunque puso de relieve la importancia de estudiar la iniciativa a nivel de los asesores, para hacerlo en mayor profundidad. Al respecto, la diputada del ARI Marcela Rodríguez afirmó que la norma permitirá "reglamentar un deber del Estado" y recordó que las bases del proyecto surgen de la Convención Interamericana por los Derechos del Niño, y se trata de "una deuda pendiente".
Desde el Peronismo Federal, la diputada María del Carmen Rico sostuvo que la educación es "pública", al considerar que los lineamientos "los debe dar el Estado Nacional y los padres y docente discutir cómo se aplica".
La diputada del bloque Provincias Unidas, la puntana María Angélica Torrontegui, se mostró a favor del proyecto en general, pero pidió incorporar un artículo para ratificar que cada escuela impulsará la enseñanza de la ley de educación sexual "según sus principios".
El proyecto propone crear un Programa Nacional de Educación Sexual Integral en el ámbito del Ministerio de Educación, para incorporar esta temática desde el nivel inicial hasta el superior de formación docente y de Educación Técnica no Universitaria.
