Mediante los decretos de necesidad y urgencia y los "superpoderes", el Gobierno pudo el año pasado cambiar el destino del 20 por ciento del Presupuesto nacional sin necesidad de pasar por el control del Congreso, de acuerdo con un estudio elaborado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).
El informe de esa entidad, llevado a cabo por el investigador Gerardo Uña, indica que mediante los superpoderes se pudo ampliar el Presupuesto en 2005 en 4.610 millones de pesos, un 6 por ciento sobre los 77.500 millones previstos originariamente.
El trabajo del Cippec, que publicó un matutino porteño, indica que con los DNU el año pasado se incrementó el gasto en 10.789 millones de pesos, lo que representan el 14 por ciento del presupuesto sancionado por el Congreso, gracias a un incremento de la recaudación impositiva. En consecuencia, en conjunto los DNU y los superpoderes sirvieron para cambiar el 20 por ciento del Presupuesto nacional.
Sobre los superpoderes, el informe del Cippec indica que las compensaciones presupuestarias ascendieron a 466 millones de pesos para los cambios entre finalidades, el 0,6 por ciento del presupuesto total, en tanto 448 millones para modificaciones que implicaron incrementar gastos corrientes en detrimento de gastos de capital.
Además, 935 millones de pesos se usaron para redireccionar fondos originalmente previstos para la jurisdicción Obligaciones a Cargo del Tesoro, lo que representa el 1,2 por ciento del presupuesto total.
Uña indicó que el Gobierno "suele subestimar las variables macroeconómicas al sancionar el Presupuesto de cada año", ya que en los últimos tres años los presupuestos sancionados contemplaban una estimación de crecimiento del PBI del 4 por ciento, cuando en realidad fueron de alrededor del 9 por ciento.
