El titular del bloque oficialista en Diputados, Agustín Rossi, defendió la modificación de la Ley de Administración Financiera y la reglamentación de los DNU. Asimismo, aspira a convertirse en el próximo gobernador santafesino y luchará para superar los problemas internos que padece el PJ provincial.
Por Agustín Alvarez Parisi
- La modificación de la ley de Administración Financiera, y la reglamentación de los DNU, más la delegación de facultades, ¿no es una limitación al Congreso?
- Lo dije en el recinto y lo repito antes de la ley donde reglamentamos los DNU. El Congreso para derogar o rechazar un DNU necesitaba constituir una ley y esa ley necesitaba los dos tercios de los votos de ambas cámaras, porque era susceptible de veto. Ahora que la hemos reglamentado, los DNU con mayoría simple en cada una de las cámaras y una resolución -que no es objeto de veto- usted puede derogarlo. Por lo tanto, al contrario de lo que dicen, el Congreso a partir de esta reglamentación tendrá más poder de lo que tenía antes, porque necesita menor rigurosidad reglamentaria como para derogar un DNU. Además de la constitución de la Comisión Bicameral y los plazos establecidos en la Constitución y ratificados por la ley, el jefe de Gabinete tiene 10 días para enviarlo al Congreso y a su vez la comisión tiene otros 10 días para emitir el dictamen. La verdad que con estos dos elementos va a tener muchísima más transparencia el tratamiento de los DNU en el marco del Parlamento.
- De todas maneras la oposición rechaza de plano esos argumentos y sostienen que el Congreso se está convirtiendo en una escribanía de la Casa Rosada...
- Está claro que ésto no es así y se lo acabo de demostrar que, con esta reglamentación, el Congreso tiene más protagonismo. La ley de Administración Financiera es una norma que fue aprobada en 1992 cuando había condiciones objetivas distintas a las que existen ahora, entre otras cosas. Veníamos de un proceso de inflación e hiperinflación en donde los distintos niveles de estados públicos, tanto a nivel nacional, provincial y municipal a duras penas pagaban los sueldos y los servicios básicos. Además, había una sugerencia de los organismos multilaterales de créditos de que existieran leyes que garanticen la prioridad de pago de los servicios de la deuda. Pero la verdad es que hoy tenemos un país distinto, donde los gastos de capital han sido aumentados por el Gobierno; pasamos de 3000 millones de pesos en el 2003 a 12.000 millones en 2006. Ahora tenemos un país que ha saldado sus cuentas con el FMI, que tiene superávit fiscal y la obra pública se financia con fondos propios.
- La oposición dice que el jefe de Gabinete con todas estas facultades podrá direccionar a voluntad las partidas presupuestarias. ¿Esto es así?
- Eso es mentira. El manejo del Presupuesto General de la Nación es como administrar una empresa o la propia casa. El primero de cada mes hay que pagar sueldos. El Estado tiene que pagar jubilaciones y pensiones, servicios de la deuda y gastos financieros de intereses de créditos que ha tomado y otros gastos fijos, lo que hace un volumen de alrededor del 85% del Presupuesto. Entonces, apenas le queda un 15% al jefe de Gabinete para reorientar partidas. Con la experiencia anterior nunca hemos reorientado partidas que superen más del 1,87% a un 2% del Presupuesto de la Nación.
- Con todas estas facultades que tendrá Alberto Fernández, la aprobación del Presupuesto ¿será un mero trámite como sostiene la oposición?
- ¿Qué pasaba con los anteriores jefes de Gabinete, cuando tenían estas facultades? ¿No se acuerdan lo que pasaba? Le daban estas facultades de forma excepcional por única vez, pero cuando la excepción se convierte en algo reiterativo deja de ser una excepción para convertirse en un hecho normal. Hay que sincerarse, porque algunos preguntan para qué modificamos la ley. La cambiamos para darle una mayor certeza a esto que se quiere disfrazar de hecho excepcional y que todos los años ocurría en los distintos gobiernos. Esta modificación les sirve a este jefe de Gabinete y al Presidente. Asimismo al que viene y a los que vendrán, que no van a tener que depender de una mayoría circunstancial tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados para tener estas facultades. Además debemos remarcar que estas facultades la tienen la mayoría de los gobernadores e intendentes. Como dije en el recinto, los “Superpoderes” de Cavallo eran una cosa distinta a lo que estamos explicando acá. Cavallo tenía poder para hacer todo, a tal punto que los legisladores le pusieron un límite de lo que no podía hacer: no podía privatizar el Banco Nación, la AFIP, la Universidad y el PAMI. Pero, después, podía hacer todo, podía juntar el PAMI con la ANSeS y unificar organismos públicos, entre cosas.
- ¿Por qué razón se decidió a avanzar con estas leyes, ya que en ambas cámaras el oficialismo tiene mayoría para aprobar las que envía el Ejecutivo?
- Teníamos que reglamentar los DNU, porque hace 12 años que los constituyentes de 1994 nos dijeron que el Parlamento tenía que hacerlo. En este lapso uno podría decir que, de una manera u otra, todos los actores políticos han sido oficialistas en algún momento en la Argentina y nunca tuvieron voluntad política para reglamentar los DNU. Por qué íbamos a seguir incumpliendo, además nosotros no los “creamos”.
- ¿Cuáles serían los proyectos de ley prioritarios a tratarse en este segundo tramo del presente período?
-Uno sería la ley de Educación. El debate se está dando en todo el país y, por suerte, en cada una de las provincias la gente está participando. Por lo que hemos hablado antes con el ministro Filmus, antes de fin de año el Ejecutivo enviará el nuevo proyecto y trataremos de aprobarlo de forma rápida.
- ¿Qué otros temas tratarán?
- La ley de Educación Sexual, que ya tiene despacho de la Comisión de Educación y es probable que en las próximas semanas llegue al recinto. También vamos a avanzar con el régimen promocional para hidrocarburos, que se está tratando en la Comisión de Energía. En la agenda está previsto derogar la vigencia de las leyes secretas. El Gobierno enviaría el proyecto de ley de ART y la de Catastro, entre otras.
La candidatura
- ¿Ya decidió postularse a gobernador de Santa Fe?
- Todavía no lo he decidido.
- Su decisión, ¿de quién o de qué depende?
- Una parte depende de una decisión personal y otra es colectiva, y tiene dos componentes. El primer componente es que uno visualiza, analiza si en realidad está en condiciones de representar y satisfacer los niveles de demanda de la sociedad santafesina. El otro componente es analizar con los dirigentes de mi provincia y de los partidos aliados ver si hay consenso alrededor de esta posibilidad.
- El justicialismo de su provincia atraviesa una situación especial con algunas divisiones...
- El peronismo en la provincia vive una situación particular con la salida de Reutemann, porque eso generó un vacío...
- ¿Por qué cree que Reutemann no se presenta?
- Tendría que explicar él si tiene ganas. A mí me comunicó que no va a ser candidato.
- Usted decía que el PJ santafesino atraviesa un período bastante crítico...
- Obviamente, después de 16 años ésta es la primera vez que el peronismo de la provincia va a ir a una confrontación electoral sin la figura de Reutemann. El escenario político, con su salida, queda vacío y ese espacio es casi seguro va a ser ocupado por otros dirigentes. Ahora, a mí me parece que la fortaleza, la legitimidad de los políticos que surjan para representarnos electoralmente, en la próxima competencia, tienen que salir del consenso de la sociedad santafesina. Esta sociedad se va a expresar de la única manera permitida ahora, a través del sistema de internas abiertas, simultáneas y obligatorias, como lo prevé nuestra ley provincial, único lugar del país donde existe este sistema de obligatoriedad de asistencia y de participación en internas de los partidos políticos. Me parece que hay que prepararse para un escenario de ese tipo.
- Ustedes en el justicialismo están tratando de buscar la unidad, ¿como cree que se va a encolumnar el justicialismo?
- Le acabo de dar esa respuesta.
- Ahora apareció un nuevo candidato, Rafael Bielsa. ¿Lo tomó de sorpresa?
- No, no me tomó por sorpresa porque era una hipótesis que ya se venía barajando desde hace un tiempo a esta parte. De hecho, él me lo había comunicado en persona. Pero no sé si pude explicar bien lo que provoca la posición de Reutemann, porque es una figura de mucho peso político en la provincia de Santa Fe. Creer que por su salida uno puede resolver su reemplazo inmediato por otra figura, es un gran error, porque no hay nadie que en estos momentos en el distrito cumpla con ese rol. Entonces, a mí me parece que lo que hay que hacer es permitir que la sociedad santafesina, a través de este sistema que tenemos de selección de candidatos, participe y defina quién cree que deben ser los dirigentes que el peronismo tiene que ofrecer en la elección del 2007. Esto es así, y a mi criterio hay que estar preparado para un escenario donde van a aparecer no sólo Bielsa, sino otros candidatos.
- ¿Se podría dar la hipótesis que Reutemann conforme la fórmula presidencial de los K?
- Es una decisión que la va a tomar quien encabece la fórmula. En general siempre es así. Usted elige un candidato a presidente y éste se reserva quien lo va a acompañar. Digamos que es una decisión muy personal.
- ¿Quién tendría que encabezar la fórmula presidencial: el presidente Kirchner o la primera dama?
- No, no, no... Se va a definir el año que viene. Me siento cómodo con las dos hipótesis y es una decisión que tomará el Presidente el año que viene.
- Usted está trabajando en su distrito con la vicegobernadora, que es la hermana de quien sería hipotéticamente su opositor en las elecciones internas ¿Cómo se explica?
- Nosotros, con María Eugenia (Bielsa), venimos construyendo un espacio común que es el Instituto Santafesino de Políticas Públicas. Lo veníamos construyendo desde diciembre del año pasado, con la idea de generar un lugar que sirva, además de las funciones propias que tiene un instituto, como el dictado de charlas, ciclos de conferencias, cursos de capacitación, entre otras actividades. En definitiva, un lugar donde podamos convocar a los santafesinos de distinto orígen político pero que ven con expectativas y con ganas de apoyar todo este proceso de recuperación que está llevando adelante Néstor Kirchner. La verdad es que ese espacio lo compartimos, lo impulsamos, lo creamos los dos juntos y lo seguimos defendiendo y construyendo. Ya llegará el momento de las divisiones que tengan que ver con la cuestión electoral, pero son dos cosas que hay que mirarla en forma independiente.
- ¿Por qué le gustaría ser gobernador de Santa Fe?
- Me siento capacitado para ser gobernador de Santa Fe, con mucha iniciativa y energía. Me he estado preparando durante todo este tiempo, formándome, conociendo a fondo las problemáticas de la provincia, tratando de adjuntar cuáles son sus mayores necesidades...
- Sería un gran desafío...
- Claro que sí, porque es una etapa más que desafiante para la provincia en los próximos años. Las sociedades, cuando van aumentando su calidad de vida, aumentan su nivel de demanda. Esto es lo que está pasando en la sociedad argentina en general y en la santafesina en particular. El santafesino ha dejado de vivir en emergencia y entonces exige más. Me parece que hay que preparar un Estado y un gobierno provincial para estar acorde con ese nivel de demanda. Exige más educación, más seguridad, resolver los problemas de la cuestión energética que es una problemática que aparece en el sector empresario, un rol distinto del Estado en cuanto al fomento y la participación en el desarrollo de los proyectos productivos. Me parece que es todo un desafío.
- ¿Por qué Hermes Binner tiene tanta adhesión?
- Cuesta analizarlo, pero la verdad hay que buscarla en los lugares comunes. Fue intendente durante ocho años de Rosario, candidato a gobernador dos veces. En el 2003 hizo una buena elección, pero nosotros ganamos en forma ajustada por 3 o 4 puntos de diferencia; y ha logrado durante todo este tiempo mantener y transmitir esa imagen.
- Justo en Rosario, su ciudad...
- Es una sociedad donde el socialismo tiene un nivel de fortaleza. De hecho, Binner es de allí y el PS gobierna la ciudad.