La Cámara de Diputados aprobó por casi por unanimidad y giró al Senado un proyecto de ley para crear un "Programa Nacional de Educación Sexual Integral", que una vez sancionado deberá ser aplicado en todas las instituciones educativas de gestión estatal o privada de todo el país.
La iniciativa recibió 168 votos a favor y sólo uno en contra. Alcanzará a todos los alumnos desde el nivel inicial hasta el nivel de formación docente y de educación técnica no universitaria.
Al defender la iniciativa, la presidenta de la Comisión de Educación, Blanca Osuna, aclaró que el proyecto no "expropia a los padres del derecho inalienable de educar a sus hijos, sino que los pone a trabajar codo a codo con los docentes".
Subrayó que la iniciativa "es respetuosa de las distintas religiones y posturas filosóficas" y precisó que a partir de la sanción de la norma los docentes "tendrán un plazo de hasta cuatro años para acceder a un programa de formación que debe elaborar el Ministerio de Educación junto con el equipo interdisciplinario para que articule el programa en acuerdo con el Consejo Federal".
La diputada peronista María del Carmen Rico calificó a la norma como "un instrumento para garantizar el derecho a recibir educación sexual en los establecimientos educativos".
"Esto no quiere decir que la escuela vaya a reemplazar a la familia", agregó, mientras el bussista Roberto Lix Klett consideró que lo mejor para prevenir esas situaciones son "la abstinencia y la castidad".
Lix Klett -el único legislador que tuvo una férrea posición contraria a la iniciativa- responsabilizó a la educación sexual "de la pandemia de sida" y afirmó: "si no miren lo que pasa en Suecia y Estados Unidos".
Por su lado, la diputada arista Marta Maffei se refirió a los sufrimientos y complicaciones que provocan "la enorme incapacidad de juntar el placer con la reproducción".
"Tenemos que ser adultos porque somos capaces de hablar razonablemente y comprensivamente con toda la dignidad y capacidad", sostuvo Maffei y se pronunció a favor de "educar en la sensibilidad, en la pasión, en la soledad". Según la propuesta en debate, todos los educandos tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las ámbitos nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal.
La iniciativa contempla la creación de un Programa Nacional de Educación Sexual Integral en el ámbito del Ministerio de Educación para incorporar esta temática desde el nivel inicial hasta el nivel superior de formación docente y de Educación Técnica no Universitaria.
