La Cámara de Diputados aprobó y remitió al Senado una ley que flexibiliza la operatoria de las cajas de crédito cooperativas que habían sido eliminadas durante la última dictadura.
La Cámara baja introdujo una serie de modificaciones a tono con el pedido del gobierno y remitió el texto al Senado, que deberá insistir con su proyecto o aceptar el enviado por los Diputados.
Se trata de un proyecto que tiene dictamen de las comisiones de Finanzas, Asuntos Cooperativos y Pymes y que establece modificaciones a la ley de Cajas de Créditos impulsada por el ex diputado socialista Héctor Polino, para que las cajas de créditos cooperativas puedan competir con las entidades bancarias.
En 2003 hubo un intento fallido de implementar una ley similar que -como indicó la titular de la comisión Pymes, Mercedes Marcó del Pont- "mostró rigideces y no se generó el estímulo suficiente para el resurgimiento de estas instituciones".
"Estas cajas cooperativas tienen un rol que no puede ser reemplazado por ninguna entidad del sistema bancario convencional", subrayó Marcó del Pont.
Según Marcó del Pont, la norma establece obligaciones para que todas las cajas de créditos tengan que asociarse a una entidad de segundo grado y sostuvo que se trata de un "oxigeno que se le da a un instrumento que tiene un carácter redistributivo del ingreso enorme".
En tanto, el diputado nacional por la Capital Federal, Roberto Costa, adelantó el respaldo del bloque de la UCR a la iniciativa, aunque dijo que plantearán reformas al proyecto para que se incluya a las cooperativas entre las entidades que pueden obtener el crédito.
Desde el PRO, Federico Pinedo, adelantó su voto favorable al proyecto, al destacar las "finalidades sociales de este instituto" aunque anticipó que planteara diferencias en el debate en particular de la norma.
En tanto, el diputado nacional de la Concertación Entrerriana, Juan Carlos Godoy sostuvo que luego de esta norma "el trabajo que queda es alentar la educación cooperativa" y consideró que "el cooperativismo es la herramienta para la democracia económica bajo una premisa de educación fuerte".
El proyecto aprobado fue delineado por el Banco Central, que corrigió la letra del Senado, que había otorgado, según entendió el Gobierno, muy pocas restricciones al funcionamiento de las cajas de crédito cooperativas. Eso podía facilitar el acceso de grandes mutuales alimentando la posibilidad de que la futura ley no sirva para dar cumplimiento al rol social que deben tener estas instituciones.
La norma busca incentivar el crédito en regiones sin sucursales bancarias y apunta a volver a instalar el régimen de cooperativas que regía en los 70.
