El gobernador bonaerense, Felipe Solá, afirmó que "no descarta ni la mejor ni la peor de las hipótesis" y el ministro del Interior, Aníbal Fernández señaló que "no hay impunidad para nadie", mientras continuaban los rastrillajes para encontrar a Jorge Julio López, el testigo clave en el juicio al represor Etchecolatz.
El mandatario provincial se reunió en la sede del Banco Provincia de la ciudad de Buenos Aires con el presidente provisional del Senado, José Pampuro, y un grupo de legisladores nacionales a quienes informó de la marcha de la investigación y pidió apoyo político.
Sólo el presidente provisional del Senado, José Pampuro, dijo que se trató de "una reunión informativa que el gobernador tuvo con los legisladores por pedido de los diputados nacionales".
"Lo que dijo es que se sigue investigando, así que hay que esperar los acontecimientos en las próximas horas", se limitó a señalar el ex ministro de Defensa.
También estuvieron los diputados Alberto Balestrini, Dante Dovena, Remo Carlotto, Carlos "Cuto" Moreno, Carlos Kunkel, Francisco Gutiérrez, Luis Ilarregui, César Noscar, Teresa García, Luis Cigogna y Mariano West, pero ninguno de ellos quiso hablar.
"Es un tema muy delicado", se excusó Kunkel mientras aceleraba el pasa para subirse a un vehículo oficial.
En sintonía con la preocupación de Ejecutivo, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad un proyecto de declaración que expresa la preocupación del cuerpo legislativo por la desaparición de Jorge López.
La iniciativa fue impulsada por el presidente del bloque de diputados kirchneristas, Agustín Rossi; por la vicepresidente primera del cuerpo, Patricia Vaca Narvaja y por sus compañeros kirchneristas, Remo Carlotto y Juliana Di Tulio.
Los fundamentos de la declaración sostienen que la desaparición de López luego de su declaración testimonial "puso a toda la sociedad, sus instituciones y su familia, en vilo permanente".
