La norma aprobada por 156 votos contra 11 fue enviada al Senado para su revisión, ya que los diputados realizaron modificaciones al texto que ya contaba con aprobación de la cámara alta.

La homogeneización de las valuaciones evitará que tierras linderas separadas solo por un límite de jurisdicción tengan un valor diferente, afectando la recaudación tributaria.

Cada vez que se venda un inmueble se deberá realizar un "'certificado catastral' con un detalle de los elementos, bienes muebles y locaciones que existen dentro de esas propiedades". Así lo destacó el jefe del bloque kirchnerista, Agustín Rossi, quien sostuvo que si esta norma hubiera existido "quizás lo que pasó con las tierras de Benetton o de Tompkins no hubiese pasado".

"Nadie hubiese podido desconocer que había poblaciones o asentamientos, muchos de ellos integrados por representantes de los pueblos originarios, porque en ese certificado hubiese quedado registrado cada uno de los bienes, rutas o una lagunas", indicó Rossi.

Sin embargo, el bloque del Frente para la Victoria no aceptó ninguna modificación propuesta por el ARI sobre el texto original y ante cada propuesta de cambio la titular de la comisión de Legislación General, Ana María Monayar, respondió: "no se acepta".

La arista Marcela Rodríguez pidió que en el texto de la ley se incluyera claramente la obligación de que en los certificados catastrales se detalla "la nacionalidad del propietario, su actividad y si las tierras son fronterizas".

"Se trata de una cuestión estratégica y esto no puede no estar incluido en la ley", indicó Rodríguez y agregó: "la Argentina fue un carnaval en situaciones irregulares de venta de tierras.

Tenemos más títulos que tierras propias porque se hicieron subdivisiones".