"Ahora, el desmonte salvaje, la codicia, el narcotráfico, el poder ilimitado de carácter feudal que rige en la provincia de Salta se ha cobrado una víctima, que es la asesinada Liliana Ledesma", aseveró Bonasso en una conferencia de prensa ofrecida en el Salón José Luis Cabezas de la Cámara baja. Así hizo referencia al crimen ocurrido el 21 de septiembre pasado en la provincia de Salta, donde una pequeña productora rural de Salvador Mazza que luchaba por la libre circulación por caminos locales bloqueados y que había denunciado por su supuesta vinculación con el narcotráfico a un diputado provincial apareció acuchillada y con su boca completamente tajeada.

Justamente, el hermano de la asesinada, Jesús Ledesma, y otro pequeño productor de la zona fronteriza, Sergio Rojas, quien había denunciado junto a Liliana Ledesma al diputado provincial justicialista Ernesto José Aparicio, vincularon al poder político de Salta con el asesinato ocurrido en Salvador Mazza.

"Nos vemos obligados a venir a la Nación a pedir Justicia, porque no tendría que haber pasado lo que pasó", aseveró en el Salón Cabezas el productor Sergio Rojas, quien junto a Ledesma mantenía una lucha contra el cierre de caminos vecinales "por parte de terratenientes en Salvador Mazza".

En la conferencia de prensa, el diputado nacional Miguel Bonasso consideró que el crimen de Liliana Ledesma se trató de un hecho "tan aberrante" y que "merece tanta repercusión como la tuvieron los crímenes de José Luis Cabezas y María Soledad Morales". Por eso, dijo que ahora hacía "públicamente responsable al gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, en caso de que los denunciantes" que este jueves se encontraban junto a él y otros legisladores en el Congreso "sufran algún tipo de problema".