De esta manera, el Gobierno intenta blanquear el exceso en el gasto que se produjo este año y detallar el destino que tuvieron esas partidas. Asimismo, el proyecto dejará en claro que el Gobierno gastó este año un 12 por ciento más que lo establecido en el proyecto original de presupuesto.

Con esta iniciativa, el Gobierno pretende dejar en limpio el destino que le dio a los fondos gastados este año y evitar críticas de la oposición.

Otro punto en cuestión y que genera fuertes cuestionamientos es la utilización de los denominados superpoderes que permite al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, reasignar partidas presupuestarias y destinarlas a otros fines que el previsto en el presupuesto.