Por Agustín Alvarez Parisi

Con bombos y platillos el Gobierno anunció en septiembre pasado la implementación de créditos hipotecarios e incentivos destinados a que quienes alquilan puedan acceder a una vivienda propia. Sin embargo, con el correr de las semanas, el tema fue ganando críticas de diversos sectores, aunque en el Congreso, donde se elaboraba la ley que debe respaldar esta operatoria, el proyecto avanzaba con firmeza. Al convertirse en ley, la oposición presentó sus objeciones a través de proyectos en minoría, pero desde el oficialismo se defendió la letra original, con la convicción de su efectividad.

La vicepresidenta de la Comisión de la Vivienda de la Cámara baja, Marcela Bianchi Silvestre (FpV-Bs.As.), fue miembro informante y la encargada de defender el proyecto oficial que contó con el respaldo de 111 votos a favor, 25 en contra y 15 abstenciones, y detalló ante Parlamentario por qué a su juicio esta ley será la herramienta que permita acceder al crédito a millones de argentinos.

- ¿Cuáles son los fundamentos del proyecto de créditos hipotecarios para inquilinos y de incentivo para la construcción y adquisición de vivienda única y familiar que acaba de convertir en ley el Congreso?

- El Gobierno ha tenido la clara voluntad política de generar un régimen que incentive a una importante franja de la sociedad, hasta hoy desatendida en materia habitacional, como es la clase media argentina, que alquila. Mediante esta ley que acabamos de aprobar, los inquilinos que pagan en tiempo y forma pueden convertirse en propietarios.

- ¿Quiénes podrán acceder a estos créditos?

- Estos créditos están destinados a quienes hoy son inquilinos y quieren ser propietarios, quienes tienen un contrato leasing, o los que tienen su terreno o lote y deseen construir. En cualquiera de estas tres opciones, cumpliendo con los requisitos que emergen de esta ley, podrán a través de entidades crediticias acceder a estos créditos con tasa fija y en pesos. El beneficio comprende a la construcción de nuevas viviendas o a la terminación de viviendas que no superen los 120 metros cuadrados. Además, este tipo de crédito rompe con el tradicional sistema.

- ¿Por qué?

- Le doy un ejemplo: antes la gente iba al banco y lo primero que le pedían eran los ingresos de su grupo familiar, para de acuerdo con esos ingresos poder tener el monto del crédito.

- ¿En este caso cómo sería?

- En este caso se obvia ese tema; lo único que se necesita saber es si el inquilino es capaz de pagar el crédito.

- ¿Y cómo lo demuestra?

- Con el contrato de alquiler y los últimos ocho recibos de alquiler abonados en tiempo y forma. Es decir, con este sistema se cambia el tradicional crédito hipotecario y se tiene la posibilidad de acceder a la compra de una vivienda con una cuota asimilable al alquiler que hoy paga como inquilino. Otra de las posibilidades es para aquellos que quieran construir viviendas para alquilar. En ese caso, esta ley contempla un mecanismo de devolución del IVA, estableciendo que quienes lleven adelante la construcción de viviendas con determinadas características y dentro de los plazos que exige esta ley, tendrán el beneficio de gozar de la devolución anticipada del impuesto al valor agregado.

- La oposición sostiene que esta ley favorece a las empresas constructoras, con la acreditación o devolución del IVA facturado en las compras de insumos, prestaciones o locaciones de servicios afectados a la construcción.

- Estas posibilidades no son solamente para empresas constructoras, sino para grupos que quieran acceder a estos créditos para construir viviendas exclusivamente para alquilar. Debo aclarar a los dichos de la oposición que, si estos grupos o empresas decidieran vender, estas viviendas tendrían que pagar el IVA al Estado.

- En el recinto de la Cámara de Diputados, durante el debate, algunos de sus colegas de la oposición sostuvieron que esta ley es una mera expresión de deseos o de ilusiones para la gente y que sería imposible llevar a la práctica. ¿Qué les responde?

- Se ha hablado mucho del déficit de viviendas, de la falta de trabajo de nuestra gente, y estoy convencida de que proyectos como éste contribuyen no sólo a paliar el déficit habitacional sino también a seguir incentivando a la industria de la construcción, creando con ello miles de puestos de trabajo genuinos y también devolver la posibilidad de acceder al crédito en la Argentina.

- ¿Qué otros beneficios tendría para la gente?

- Esto servirá además para que haya más viviendas para alquilar en el mercado y poder equilibrar el costo de los alquileres que hoy está muy alto. Esta ley ayudará significativamente a regular los precios de los alquileres, es decir que los mecanismos de mercado, la oferta y la demanda de alquileres encuentren una situación de armonía que posibilite la futura renovación de los mismos en forma mucho más equilibrada. Y, además, ayudará a formalizar una parte de la economía que hoy se encuentra fuera del sistema.

- ¿Cuáles serían los montos de estos créditos?

- Van a depender de lo que esté pagando hoy el inquilino como alquiler. Para dar un ejemplo, el banco le va a poder otorgar 125 veces el valor del alquiler. Son créditos muy flexibles, a 30 años, por ejemplo en el Banco Nación, con tasas fijas y en pesos. Lo que es inédito, porque antes la gente no tenía esta posibilidad.

- ¿Qué bancos trabajarían con esta operatoria?

- Han adherido más de quince bancos. El que otorga mayor plazo es el Nación, 30 años, y probablemente también lo haga con este mismo plazo el Banco Provincia de Buenos Aires. Los privados darían un plazo de diez años, siempre con tasa fija y en pesos.

- Hay algo más de dos millones de familias argentinas que carecen de viviendas. ¿Esta ley va a solucionar este problema habitacional?

- El espíritu de la norma es que vaya dirigida a la gente de la clase media. ¿Por qué? Porque éste es un plan que está dentro de distintos planes habitacionales que el Gobierno nacional ha puesto en marcha. El presidente Kirchner, desde que asumió, ha lanzado distintos planes de viviendas: el Plan Federal I, Federal II, reactivación y emergencia, con los que se están construyendo más de 186.000 viviendas. Distintos programas destinados a la gente con menos recursos. Este programa que nos ocupa no va dirigido a ese sector de menos recursos; va destinado a la gente de clase media que necesita un empujoncito para sacar el crédito y que por cuestiones financieras no lo puede tomar.

-Más allá de lo que sostuvo la oposición, que esta ley podría considerarse como meramente declarativa, ¿confía en la efectividad de esta iniciativa?

- Le voy a dar un dato que es interesante: esta ley se hizo pública con un lanzamiento que hizo el presidente Néstor Kirchner en el Banco Nación el pasado 12 de septiembre. En algo más de un mes había en el Banco Nación más de 80 mil consultas personales y cerca de 40 mil consultas por call center. De esas 120 mil consultas, ya hay 11.300 que están recopilando la documentación para hacer efectiva su solicitud, y casi 3.000 créditos que ya tienen los papeles en orden y estaban esperando la aprobación de la ley para poder concretar la operación. Es decir que en poco más de un mes y sin publicidad ya hubo muchas consultas, lo que está indicando que hay una demanda muy importante. Hay algo curioso que es bueno que la gente lo sepa: el 90% de los créditos que se han solicitado son créditos que están entre 85 y 90 mil pesos, o sea que está bien dirigida la ley. Es decir, está dirigida a una clase media que está comprando viviendas de alrededor de 100 mil pesos, que es justamente lo que se quiere impulsar desde el Gobierno. En definitiva esta ley da la posibilidad de que todos tengan la vivienda propia.

- En definitiva, ¿podrá tener éxito este plan?

- Hoy hay distintos planes, como lo fue en su oportunidad el Plan Eva Perón, hace muchos años, y esperemos que éste tenga tanto éxito como aquél. Debemos recordar que en dos gestiones del general Perón, en 1952 y 1973, cuando se puso en práctica, hubo más de un millón y medio de argentinos que pudieron construir su casa con estos créditos.