"No estoy aferrado al sillón, nunca lo he estado porque no ha sido mi estilo", subrayó Solá, al hacer el anuncio en la Casa de Gobierno, acompañado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y luego de haberle informado al presidente Néstor Kirchner de su decisión.

Solá evaluó que al realizar la presentación ante la Junta Electoral bonaerense para saber si podía aspirar a un nuevo mandato "se entendió que pretendía eternizarme en el gobierno y no es así". Sostuvo además que los que pretenden alterar esa situación cometen "una traición a los intereses populares".

La decisión de Solá, que se estimaba factible luego de que el viernes su par de Jujuy Eduardo Fellner se bajó de aspirar a una tercera reelección, fue elogiada por un postulante a la gobernación desde el espacio kirchnerista.

En la conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, Solá aclaró que en persona le comunicó a Kirchner su decisión de "no avanzar en el planteo que había formulado ante los miembros de la Junta Electoral" para ver la posibilidad de competir por un nuevo mandato electoral en 2007.

"Después de seis años, no voy a crear una crisis institucional en lo que me interesa y es mi compromiso político, que es la marcha de la gestión de gobierno actual y futura", puntualizó Solá.

A su vez el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, contó que Solá transmitió al presidente su "decisión de no optar por el planteo ante la junta electoral", y confió que esa novedad "me la había anticipado el viernes último" con el propósito de "compartir" el parecer del Gobierno nacional.

Ese mismo día, el gobierno nacional informó que el gobernador de Jujuy Eduardo Fellner había desistido de postularse a una tercera reelección, luego de una reunión entre Kirchner y el mandatario norteño, el día anterior.

Para el jefe de Gabinete, el Gobierno recibió "muy bien" la decisión de Solá y subrayó que Argentina "entró en una etapa de crecimiento y desarrollo y mejoró sus índices sociales y no es bueno caer en la trampa que proponen falsos debates y dilemas y lo único es postergar el desarrollo y crecimiento del país que millones de argentinos están reclamando".

Fernández explicó que para que "no quedemos atrapados en esos debates es bueno profundizar la gestión del gobierno en lo que nos queda de gestión y ponderamos la decisión del gobernador".

El funcionario kirchnerista destacó el rol cumplido por Solá al frente de la gobernación "al hacerse cargo de la gestión provincial en un momento singularmente difícil, que ha logrado remontar la provincia y que ha trabajado codo a codo con el gobierno nacional en favor de los bonaerenses".

Solá dijo que había solicitado la semana pasada a los titulares de los partidos de la Victoria, senador provincial Aldo San Pedro y del Polo Social, el diputado nacional Francisco "Barba" Gutiérrez, retiren el pedido de aclaración para que "se restablezca en la opinión pública la idea de que no existe ninguna intención de eternizarme en el cargo".

Para Solá se había creado "un clima de debate falso, como si estuvieran en juego las instituciones, a las que se respeta acudiendo al pueblo o solicitando aclaraciones ante la Justicia" y aseguró que "en la provincia no había ninguna alteración en el juego institucional, ni lo habrá".

El gobernador bonaerense opinó que con su decisión ayudaba a "generar un clima que no pueda ser aprovechado por quienes no tengan candidatos y queriendo sacar de la cancha puedan llegar a tener prensa y decir cualquier cosas mientras la consulta seguía ocurriendo".

Luego de dar a conocer su determinación, Solá regresó rápidamente a La Plata y reunió a su Gabinete, a cuyos integrantes explicó los motivos de la decisión -algunos la conocieron de antemano- y les pidió ayuda para mostrar signos de gobernabilidad en la provincia. Escucharon a Solá los ministros Florencio Randazzo (Gobierno), Jorge Varela (Desarrollo Humano); el secretario general de la Gobernación, Ricardo Bozzani y el jefe de Gabinete, Mario Oporto, además de legisladores felipistas como el senador Juan Amondarain y los diputados Nicolás Dalesio, Raúl Pérez y Marcelo Feliú.

"Se estaba generando una división muy importante en la sociedad, porque se emparentaba el pedido de certeza planteado en la Junta Electoral con la situación de Rovira en Misiones", explicó un ministro de Solá sobre los motivos de la determinación.

Tras la deserción de Solá, en la lista de posibles candidatos oficialistas para la Gobernación bonaerense en 2007 se anotan el ministro del Interior, Aníbal Fernández; el presidente provisional del Senado, José Pampuro; el felipista Florencio Randazzo, el titular de la Cámara de Diputados, Alberto Balestrini y el diputado José María Díaz Bancalari. También comenzó a ser mencionado con fuerza el titular de la ANSES, Sergio Massa, y en el oficialismo tampoco se descarta por completo que el Presidente pueda acudir nuevamente a su dama, Cristina Kirchner, para la contienda electoral bonaerense.