La cita es a las 9 de este lunes, oportunidad en la que se dará inicio al sexto intento de Asamblea Universitaria cuyo principal objetivo es lograr la elección del nuevo rector.

A los efectos de lograr la concreción del evento, ciento cincuenta efectivos están montados desde el fin de semana en los alrededores del edificio legislativo, aguardándose para este lunes la presencia de cientos de nuevos efectivos que se sumarán al vallado especialmente montado.

Habrá controles para el acceso al Congreso donde se llevará a cabo la tan postergada elección y además asistirán rigurosamente acreditados 145 periodistas.

Se dispuso que el Salón Azul del Senado y el Salón de conferencias de la Cámara de Diputados, en conjunto, sean los lugares para que se realice la tan postergada Asamblea para elegir autoridad máxima en la Universidad de Buenos Aires.

La intención es votar la fórmula de consenso que integran los decanos de Veterinaria Rubén Hallú y Jaime Sorin de Arquitectura.

En ese marco, dirigentes de la FUBA y militantes del Partido Obrero anticiparon la importancia del operativo, las zonas críticas y calcularon cuánta gente necesitarían para armar piquetes en los accesos. Quieren bloquear el ingreso de los 236 asambleístas que deben participar de la reunión. “Vamos a tratar de impedir que se realice la Asamblea. Habrá que ver cuántos consejeros entrarían a la sesión si afuera reprimen a los estudiantes”, denunció Juan Pablo Rodríguez, titular de la Federación Universitaria.

Cuadros del movimiento estudiantil empezarán a concentrarse en las facultades aledañas a Plaza Houssay. Y desde la madrugada del lunes saldrán a impedir el ingreso de los asambleístas, quienes llegarían al Congreso en combis con vidrios polarizados. Hasta último momento se mantendrá en secreto por dónde entrarán los votantes.

“La actitud de los decanos es una patoteada terrible. Quieren avanzar cueste lo que cueste, pisoteando reglamentos, normativas y amparándose en la Policía para sesionar. Todos conocemos la brutalidad policial. ¿Quién asegura que no haya estudiantes lastimados?”, se preguntó Agustín Vanella, consejero de la FUBA. Y arremetió contra el Gobierno: “¿De qué autonomía hablan los decanos? El Estado intervino desde siempre en la elección del rector, pero ahora se mete de manera concreta. Piensa que así resolverá el conflicto. Error: un rector no asegura la solución. Acá hace falta democratizar los estatutos y asignar más presupuesto”.

El decano Sorin advirtió que “si la Asamblea no se hace, la UBA no existe más, porque la crisis institucional es muy grande”.

Por su parte Hallú afirmó al diario Clarin que “la UBA es hoy un enfermo grave que mantenemos vivo artificialmente. Venimos cayendo y estamos cerca del piso, a punto de estrellarnos”.

Los asambleístas ingresarán por protección en combis con vidrios polarizados según se dispuso en el marco del operativo.