El Senado tratará el proyecto impulsado por el oficialismo que apunta a establecer una norma contemplada en la Constitución de 1853, ignorada durante un siglo y medio.
La iniciativa que llega finalmente al recinto fue retomada por la primera dama y toma como base un proyecto que había tenido dictamen favorable en diciembre de 2004, pero que nunca llegó al recinto y perdió estado parlamentario.
Dicho texto había sido presentado por el Gobierno ante los reclamos públicos de medidas de seguridad que eran motorizados por el ingeniero Juan Carlos Blumberg, tomando a su vez como base uno anterior del entonces senador Jorge Yoma.
El proyecto que reflotó Cristina Fernández de Kirchner tiene la aprobación asegurada por el apoyo del oficialismo y también del radicalismo, que lo apoyaría en general aunque desde la bancada de la UCR se intentarán introducir algunos cambios cuando se haga la discusión en particular. De todos modos, en este tema los alineamientos no son automáticos y en todos los bloques hay tanto voces a favor como otras que plantean diversas objeciones.
En los fundamentos se señala que el jurado debe idealmente estar integrado por ciudadanos que provengan de los más diversos sectores existentes en la comunidad.
Aunque se deberá contar como mínimo con un nivel cultural y de educación básico que permitan la adecuada comprensión de los sucesos a juzgar, para lo cual se estima que no se necesitan conocimientos científicos, sino la conciencia práctica, la razón natural y el sentido común.
Las personas convocadas deberán tener entre 21 y 70 años de edad, haber completado la educación básica obligatoria; contar con el pleno ejercicio de los derechos políticos; tener domicilio conocido y profesión, oficio, industria, empleo u ocupación habitual, así como una residencia permanente no inferior a cinco años en el territorio de jurisdicción del tribunal competente.
La norma propone que el tribunal de jurados se integre con doce miembros titulares y seis suplentes, y la Cámara Nacional Electoral elaborará el padrón de ciudadanos que cumplan los requisitos para ser jurados.
Se establece que el veredicto de culpabilidad requerirá nueve votos, en tanto que cuando el jurado no considere probado el hecho que sustenta la acusación o entienda que el imputado no es culpable, su veredicto de no culpabilidad sólo requerirá el voto favorable de siete de los miembros del jurado.
Si el veredicto fuera condenatorio, el tribunal dictará la pena correspondiente y las medidas de seguridad y corrección aplicables. Pero si el veredicto fuere de no culpabilidad será vinculante para el tribunal, por lo que el debate continuará solamente para resolver las cuestiones civiles que se hubiesen planteado.
