El año legislativo 2006 comenzó con un arduo trabajo para los diputados de la Ciudad, quienes desde enero llevaron a cabo las reuniones de la sala juzgadora, cuyo resultado llevaría a la destitución del ex jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, por la causa Cromañón.
A partir de ese acontecimiento que marcó un hito en el Palacio Legislativo, se percibió un descenso en cuanto al volumen y calidad en la labor parlamentaria. Sin embargo, tiempo después se vislumbró un reacomodamiento a partir del nuevo Poder Ejecutivo comunal que sancionó la ley de Ministerios, propuesta desestimada por el viejo compañero de fórmula del actual habitante mayor de Bolívar 1, para recién salir de la meseta cerca de fin de año.
Al acercarse la primavera, y acorde con el clima ecológico imperante del año en curso, los legisladores aprobaron la creación de un fondo de 300 millones de pesos para el saneamiento de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ley de Emergencia Ambiental). Otra de las normas más controvertidas dentro del recinto parlamentario, que generó un gran debate social, fue la polémica ley Antitabaco, que prohíbe fumar en lugares públicos de la Ciudad, aprobada en el 2005 pero cuya vigencia comenzó a regir durante este año.
Asimismo, la ley de Educación Sexual Integral en todos los niveles educativos, tanto públicos como privados, fue otra de las leyes que mas removió el avispero parlamentario de este 2006.
Cerca de finalizar del ciclo legislativo surgieron las diversas reuniones del tan mentado Presupuesto enviado por el Ejecutivo porteño, que llevó a la posterior renuncia del ministro de Hacienda, Guillermo Nielsen. Sin embargo, pese a los ademanes surgidos en torno de ello, los diputados lograron convenir un “presupuesto equilibrado”.
Otro de los temas fuertes, presentado por el anterior Poder Ejecutivo, muy ponderado y de alto consenso en el recinto, fue la ley de Ciudad Productiva, cuyo principal objetivo era abandonar la ciudad dormitorio y de servicios, un criterio que se instaló en la gestión de facto de Osvaldo Cacciatore. Para ello se modificó el Código de Planeamiento Urbano (CPU) en más de 50 manzanas de la Ciudad. En la misma sesión, a raíz del ruido mediático y de algunos vecinos, el cuerpo legislativo acordó limitar las construcciones de torres.
Por su parte, el Código de Faltas, votado en general y avanzado en particular, no se terminó de tratar, pero posiblemente quede en stand by hasta la próxima sesión prevista para febrero de 2007. En tanto, la ley de Tránsito, parcialmente vetada por el Ejecutivo, y la ley de Amparo por Mora en la Administración, podrían cerrar la lista de leyes estrella del año 2006.
Para el año entrante, la agenda parlamentaria promete abarcar una gran cantidad de temas de relevante importancia, tales como la reforma política, Código Electoral, ley Electoral, ley de Partidos Políticos, sistema electoral y Justicia Electoral. Sin duda alguna, al 2007 será un año meramente electoral y habrá que esperar hasta entonces para ver cómo los legisladores responden con el mandato popular.
