En la provincia de Corrientes habrá elecciones el 18 de febrero para reformar la Constitución. Uno de los puntos a debatir será la posibilidad de reelección del gobernador.
Los ciudadanos correntinos deberán optar entre ocho ofertas electorales. Las opciones están conformadas por cuatro frentes electorales y una alianza, mientras que tres partidos políticos concurrirán a las urnas de manera individual en una contienda que aún no despierta mayor interés por parte del electorado correntino.
El Frente de Todos para la Reforma, una coalición del actual frente gobernante en el que conviven radicales y justicialistas, con representantes de otras fuerzas políticas enroladas en la oposición, como el Partido Nuevo, acapararía, según los encuestadores, entre 29 y 30 de los 39 diputados convencionales.
Los medidores de opinión que han estado realizando trabajos durante las últimas semanas en distintos puntos de la provincia coinciden en que habrán de registrarse cifras similares a las de las últimas elecciones, donde el Frente de Todos logró casi el 70 por ciento de los votos.
En un segundo escalón y disputándose los convencionales restantes, aparecen el Frente Social Para la Victoria, y la Alianza Alternativa Republicana.
El primero está conformado por el Partido Para la Victoria, Patria Libre y movimientos como Barrios de Pie, Evita y Peronista Justicia y Dignidad, entre otros y lleva como primer candidato a un sacerdote, el padre Luis Niella. Mientras que el segundo lo integran el Partido Liberal, Recrear y sectores del Partido Nuevo que no se sumaron ni al Frente de Todos ni a la propuesta oficial partidaria.
También competirá el Frente de Integración Nacional, en el que convergen representantes del gobernador neuquino Jorge Sobisch, Compromiso para el Cambio y la Democracia Progresista. En tanto que el Partido Conservador Popular, el Partido Comunista (acompañado por el Movimiento Territorial de Liberación) y la Democracia Cristiana forman parte de un tercer lote con posibilidades muy disminuidas por la falta de estructura.
El Frente de Todos para la Reforma lleva como primer candidato en su lista al actual gobernador Arturo Colombi y en segundo lugar al vicegobernador Rubén Pruyas. Por su parte el sacerdote Luis Niella junto a Diego Vigay, de Barrios de Pie y la diputada provincial Araceli Ferreira, del Partido para la Victoria encabezan el Frente Social para la Victoria.
La Alianza Alternativa Republicana es liderada por el actual presidente del Partido Liberal, Alejandro Sijta y Balbastro, mientras que el Frente Integración Nacional lo encabeza el ex legislador Claudio Lisandro Almirón. Osiris Jantus preside la lista del Partido Demócrata Cristiano, Roberto Neironi la del Partido Conservador Popular y Jorge Mazzaro la del Partido Nuevo.
La necesidad de una reforma constitucional había sido plasmada por diferentes sectores políticos en un documento, elaborado durante la etapa previa a la normalización institucional de la provincial, luego de la intervención federal que gobernó Corrientes entre 1999 y 2001.
Pero las disputas políticas entre los distintos partidos por incluir o no dentro de la posibilidad de reforma a una cláusula que permitiese la reelección del gobernador, no estipulada en la actual Carta Magna, frustraron los intentos realizados tanto desde la Cámara de Diputados, como de la de Senadores, durante la administración del hoy diputado nacional Ricardo Colombi.
Un proyecto enviado precisamente por el Senado no pudo ser tratado en la Cámara de Diputados durante el período ordinario de sesiones por falta de acuerdo y quedó pendiente de resolución con la media sanción de los senadores.
Tras las elecciones para gobernador concretadas en octubre del año pasado, en las que se registró un aplastante triunfo del Frente de Todos encabezado por Arturo Colombi, se logró finalmente un consenso que posibilitó la aprobación unánime de ese proyecto por parte de los diputados.
La última reforma constitucional en Corrientes se concretó el 12 de febrero del año 1993 y fue considerada como “parcial”, ya que su objetivo primordial fue la eliminación del sistema de electores para la designación del gobernador y la instauración del sistema de elección directa.
