– Usted es titular de la Comisión de Comunicaciones de la Cámara baja y, como tal, el principal impulsor del proyecto de ley de Radiodifusión. ¿Por qué no se sancionó la nueva norma?

– La ley de Radiodifusión es una norma de gran impacto social y también empresarial, por lo que debe tener impregnado los lineamientos políticos del Gobierno Nacional. Este tuvo la voluntad de dar los primeros pasos, pero todo proceso legislativo lleva su tiempo de estudio y la aprobación de las leyes debe ser en el momento justo y apropiado.

– ¿Cuándo será el momento adecuado para sancionar esta ley?

– El Ejecutivo dio un gran paso y está decidido que esa vieja norma no es compatible con nuestros tiempos, por lo que espero que la nueva ley de Radiodifusión sea sancionada este año.

– A pesar de que sea un año electoral…

– Creo que este año en particular se van a sancionar bastantes leyes de gran envergadura, demostrando la capacidad de manejo que tiene el presidente Néstor Kirchner.

– ¿Qué características debería tener esta ley?

– La radiodifusión es mucho más que un espacio de mercado, por eso el Estado debe garantizar que el modelo comercial no predomine por sobre el comunitario o sobre el privado sin fines de lucro. Este espíritu debe ser el eje central de la norma de Radiodifusión de la democracia, donde también fija con claridad las políticas públicas.

– ¿Las empresas de comunicación permitirán demasiados cambios?

– Quiero recuperar el ejercicio administrador del Estado en el espectro radioeléctrico. Las frecuencias de radiodifusión no son propiedad de ningún titular de licencias. Son un bien de la humanidad y una construcción social del pueblo argentino. Hay 86 años de esfuerzo para tener un espectro radioeléctrico. El Estado las tiene que administrar y las da en uso con modalidad de gestión privada. Por eso, en su papel regulador, puede poner un defensor público de los usuarios.

– Otro importante tema fue la telefonía celular.

– Así es. La regulación de la telefonía móvil y satelital fue el hecho más sobresaliente en comunicaciones. Pero no hay que olvidar que la comisión debió pasar duros momentos cuando se descubrió que ingresaban a las casillas de correos de periodistas y políticos. Tipificar los delitos informáticos dentro del Código Penal también fue un trabajo muy arduo, que espera ser tratado en el Senado.