El diputado Carlos Kunkel desvinculó a los ex presidentes Juan Domingo Perón y María Estela Martínez de Perón de los crímenes atribuidos a la Triple A durante la década del setenta.

Entrevistado por el diario Clarín, Kunkel fue enfático al afirmar que “Perón ni remotamente tuvo que ver con la Triple A. La señora de Perón, no creo”.

Para justificar su opinión, el legislador dijo que la Triple A comenzó a operar ” después de la muerte de Perón”, aunque admitió que durante el gobierno peronista, entre 1973 y 1976, “se usaron elementos parapoliciales, paramilitares, con recursos del Estado, para acciones violentas. Son formas de terrorismo”, opinó.

“Yo fui opositor a López Rega”, destacó el jefe kirchnerista, quien destacó que “está absolutamente claro que para nosotros es perjudicial que se debatan este tipo de cuestiones, pero así como no las impulsamos, tampoco vamos a hacer nada para frenarlas o desviarlas”.

El diputado también asumió responsabilidades porque fue uno de los que pidió por el regreso de Perón de su exilio. “Nosotros nos hemos hecho cargo de todo. No es que hayamos hecho bien las cosas, pero nadie puede decir que tiramos la piedra y escondimos la mano”.

Kunkel fue diputado en el Gobierno peronista que asumió en 1973. “Yo no compartí el camino que le habían sugerido al general Perón. Presenté mi renuncia. En esa época Perón ya estaba muy enfermo”, justificó.

Sobre el rol del general Perón en la violencia emanada de grupos terroristas de derecha afirmó que no tuvo ninguna responsabilidad. Y sobre el papel de su esposa, Isabel Martínez expresó que “no creo que la haya tenido”. “En todo caso, actuó un equipo a su alrededor que la convenció de que tenía condiciones para gobernar”, según publicó el diario Clarín.

“Los hechos que se investigan no se iniciaron por impulso nuestro, las normas que se están aplicando no fueron sancionadas por nosotros, los jueces que impulsan estos procesos no fueron designados por nosotros”, manifestó el diputado, mostrándose como parte del gobierno nacional.

Kunkel estimó que el presidente Kirchner “no debe tener una línea de razonamiento muy distinta” a la que él expresa.