El candidato a gobernador por la Concertación Entrerriana (CE), Emilio Martínez Garbino, manifestó que es tiempo de “iniciar una nueva etapa histórica en la provincia, donde se debe tomar lo mejor que se hizo hasta ahora, pero dando un salto cualitativo en lo institucional”.

Asimismo, dijo que “se agotó un ciclo histórico en Entre Ríos” por lo que apuesta a la “autoestima de la sociedad” para revertir la idea de que “nada se puede cambiar”. Por otra parte, resaltó que “(Jorge) Busti no es (Carlos) Rovira pero en esta provincia, como en Misiones, hay injerencia política sobre la Justicia”.

Aunque duda del rigor de las encuestas y dice no conocer más que “las que ha hecho el Gobierno”, Emilio Martínez Garbino cree que “vamos camino a un polarización” con el oficialismo. Percibe que la Concertación Entrerriana (CE) “está atrapando esa correntada que uno ausculta de querer que las cosas cambien, de dar por concluido un ciclo que se está agotando”.

En declaraciones a El Diario junto a su compañero de fórmula, Eduardo Solari, y al candidato a intendente de Paraná, Aldo Bachetti, sostuvo que en el proceso electoral de Entre Ríos “está en juego la calidad institucional” y marcó dos opciones: “O lo mejoramos y pegamos un salto hacia adelante aceptando la diversidad, o nos quedamos conformes y cómodos con lo que hemos vivido hasta ahora, que es el continuismo”.

El diputado nacional apuesta a “la autoestima de la sociedad entrerriana”, para rebatir lo que entiende como una idea impuesta: “Que con el todopoderoso no se puede, que hay dos o tres personas que pueden regir los destinos de la provincia, que en política está todo dicho, que nada se puede cambiar”.

En tal sentido, sostuvo que “cuando el ciudadano se convence advierte que, si quiere, se pueden lograr los cambios. Esto es Gualeguaychú: una comunidad con una autoestima muy elevada. Uno se encuentra con un vecino que siempre fue olvidado y, de golpe y porrazo, con una reposera y el mate en la mano está haciendo venir al poderoso al pie. Es mentira que el poder resida solamente en quien ejerce la autoridad, el poder también está en la sociedad”.

El legislador observa una “confusión” en “los planos de gobierno y acción proselitista”, al punto de que “ya no se abren locales y en las mismas sedes gubernamentales es donde está la usina o el taller de las campañas” porque “se confunde todo: el acto político es reemplazado por el acto oficial, la entrevista a los funcionarios reemplaza la entrevista al político, porque el funcionario y el candidato son la misma cosa. Antes de hablar, el candidato entrega subsidios”, describe, para sostener que esa práctica “le hace mucho mal a la calidad institucional de la provincia” de Entre Ríos.

Ante la consulta periodística, informó que para el financiamiento de la campaña de la CE “estamos gestionado créditos personales que van a ser transferidos a una de la cuentas que tenemos en el Banco Nación. Van a conocer de dónde provienen, quiénes tomaron esos créditos y cuál es el monto”.

Por su parte, Solari destacó que “lo más sano sería que una vez que el gobierno de a conocer lo que gasta en campaña lo hagamos el resto de los partidos”. No obstante, Bachetti ya ha hecho su estimación: “Un mes de publicidad del oficialismo es el equivalente al presupuesto anual del Hospital de Niños”, asegura. “Nos parece obsceno”, agrega.

Cada vez que puede, Martínez Garbino referencia la experiencia misionera con la que se frenaron las apetencias reeleccionistas del gobernador Carlos Rovira. Cuando se le pregunta, admite diferencias con la situación entrerriana -“no se puede comparar a Rovira con Busti”, dice-, pero encuentra semejanzas en la “clara intención del poder político de controlar algunos sectores de la Justicia, y más precisamente de la Justicia del Crimen”.

“Basta con observar lo que ha pasado en las últimas decisiones judiciales donde estuvo involucrada gente ligada a las estructuras de gobierno. Creo que no le hace bien a nadie que el doctor (Miguel) Carlín permanezca en el Superior Tribunal, porque más que un miembro del Superior parece ser el delegado del poder político ante la Justicia”, afirmó.

También encuentra similitudes con Misiones en la “fuerte penetración de la política oficial dentro de la estructura policial, lo que ha generado una lógica perversa de funcionamiento: ni el mérito, ni la vocación, ni la carrera profesional del buen policía -que son los más- se toma en cuenta. El ciudadano común goza hoy de una perfecta desprotección”.

Finalmente, advierte una “intención manifiesta de, a través de la publicidad oficial, direccionar la información para desinformar”.