La senadora Cristina Fernández de Kirchner se presentó en el hotel Ever Green Laurent para saludar a los jugadores de la selección argentina de fútbol, y luego asistió al encuentro amistoso que aquellos jugaron frente al equipo de Francia, subcampeón del mundo.

Acompañada por su comitiva, integrada por el canciller Jorge Taiana, el embajador argentino en Francia, Eric Calcagno, y el vocero presidencial, Miguel Núñez, la primera dama llegó justo antes que el plantel argentino partiera hacia el Stade de France. En ese marco, una locuaz Cristina mantuvo una charla en el lobby durante algunos minutos con el entrenador de la selección nacional, Alfio Basile y luego con los jugadores, que le regalaron una camiseta albiceleste con el número 20 y su nombre de pila en la espalda. Eso sí: la camiseta era tamaño small…

También se llevó un buzo de la selección para su hijo Máximo, y la advertencia del capitán Ayala de que si Argentina le ganaba a Francia, debería hacerse presente en el próximo cotejo, frente a Inglaterra en Londres. La propia primera dama contó que ante esa propuesta, le preguntó a Basile dónde era el partido, y cuando éste le dijo que se jugaba en Londres, “dije: ¡bueno, vamos!”

Posteriormente, concurrió al estadio donde presenció el partido desde el palco oficial de Stade de France, Fernández de Kirchner alentó al equipo, se entusiasmó con las jugadas de los albicelestes y gritó el gol de Javier Saviola que, al final, le dio el triunfo a la selección argentina.

Durante el entretiempo, la senadora conversó con Francois Hollande, secretario general del Partido Socialista Francés y esposo de la candidata presidencial Ségolene Royal y con el embajador de Francia en la Argentina, Frédéric du Laurens quien reconoció que el equipo argentino “jugó mejor y mereció ganar”.

Amén de su presencia, la senadora aclaró: “Yo no entiendo nada de fútbol, pero hoy le hago el aguante a la selección. Como buena argentina, a la cancha”.