Elisa Carrió recordó que el ARI fijó su candidatura presidencial en junio del año pasado, y cuando todo el mundo preguntaba porqué tanta anticipación, ella sostuvo que “yo puedo ganar la Capital, pero yo nunca voy a ser candidata, porque es necesaria una fuerza política, una coalición que enfrente al Gobierno nacional en las elecciones de 2007”.

Al respecto, la diputada del ARI dijo en el programa Desde el llano, de TN, que “hay que definir esta candidatura y hacerla inamovible para salir del campo de la especulación política y de las dobles candidaturas que desgastaron a esta sociedad durante casi un año, y en consecuencia ahora se abre un panorama nacional de una manera más clara. Hasta ayer teníamos muchos candidatos; ahora los candidatos opositores no están, todavía no los definió el Gobierno, la única candidata definida del arco opositor sigo siendo yo y después empieza la especulación para junio, lo cual es demencial: ningún país del mundo civilizado tiene candidatos que dicen ‘en junio vamos a ver qué vamos a hacer tres meses después con una Nación’. Esa es la política de coyuntura”.

Carrió dijo saber que no es la candidata del sistema, “nunca lo fui, pero lo que a esta altura nadie puede discutir es nuestra coherencia, nuestra seriedad, y nuestra perseverancia en pensar primero en la Nación y después en nuestra propia especulación personal”.

“Si yo hubiera sido una persona que especulara dónde me va mejor, qué es lo que conviene, hubiera jugado a las dos y hoy estaría siendo candidata a jefe de Gobierno de la Ciudad, dejando huérfana a una Nación -señaló-. Mirá si yo hubiera hecho lo mismo que Macri. Hoy, con Lavagna que no puede subir de un 5%, la oposición no tendría candidato. Esto no es responsabilidad política”.

Cuestionando esa situación, la diputada del ARI comparó el caso con Francia y deslizó: “Mirá si vas a decir allá que no vas a definir el candidato de la oposición porque primero vamos a ver quién gana la intendencia de Paris… Esto por lo menos no es de un país civilizado”.

Carrió justificó que aguardaran a que el resto de los candidatos se definieran antes que ellos en que querían “evitar la cooptación, tanto por la derecha de negocios, como por el Gobierno”. Destacó las relaciones con otros partidos destacando la relación con el senador socialista Rubén Giustiniani, al que definió como “un socialista que ha dado cuenta de su propia dignidad, es lo único del socialismo que está preservando el socialismo histórico en el sentido de Alfredo Palacios, para sostener un partido en diáspora; rescatamos a Margarita Stolbizer, que tiene una disidencia muy clara en el radicalismo de la provincia de Buenos Aires; del centro a Patricia Bullrich, que desde Unión por Todos resistió a la derecha de negocios, bien podría estar deambulando como lo hace Ricardo López Murphy, pero me parece que los partidos no bastan”.