Tras las elecciones a constituyentes en Corrientes, ahora se espera el famoso mensaje de las urnas que enviaran 240.000 varones y mujeres catamarqueños, los que tendrán que optar entre la alianza del Frente Cívico y Social, cuyo sostén es la UCR y el Frente para la Victoria, que proponen a Eduardo Brizuela del Moral, uno de los gobernadores alineados con la Concertación Social impulsada por el presidente Néstor Kirchner, y que va por su reelección, acompañada por Lucía Corpacci Saadi -delegada del PAMI-, hija de un histórico dirigente peronista de esa provincia, propuesta por Armando “Bombón” Mercado, ex cuñado del jefe de Estado, desde el oficialismo.

En tanto que en la vereda opuesta está el diputado nacional y dirigente del gremio de los gastronómicos Luis Barrionuevo, quien por segunda vez desea coronar el sueño del pibe: ser gobernador. Su compañero de fórmula es el empresario Francisco Sotomayor. Barrionuevo con este binomio ha enviado a los catamarqueño una clara de señal de que la campaña será prolija y que no habrá lugar para las incontinencias verbales de “Luisito”, o para los desmanes.

La sigla Frente Justicialista por la Dignidad cobija al senador nacional Ramón Saadi. También se suman a esta propuesta que se reivindica en su esencia peronista, por aquellos sectores dejados de lado por el FpV y que resisten acompañar al radicalismo.
De acuerdo con las últimas encuestas de intención de votos, los sondeos indican que Brizuela del Moral está primero, mientras que por un margen que depende de cada encuestadora se ubica Barrionuevo, mientras el resto de los candidatos se pelean por el último puesto.

Como era de esperar voceros de Barrionuevo descalifican esas encuestas y anticipan que el 11 de marzo más de uno se va a llevar una sorpresa. Es que según ellos, la campaña que es coordinada por su esposa, la también diputada nacional Graciela Camaño, está recibiendo el apoyo masivo como se refleja en los actos que están llevando a cabo por toda la provincia.

Un optimismo que también lo afirman los diputados nacionales de esa provincia enrolados con Brizuela del Moral en diálogo con Parlamentario, mientras Eduardo Pastoriza, frustrado candidato K a gobernador, ha optado por un prudente y llamativo silencio.

Posiciones

“¡Por Dios qué fórmula sería!” Esa fue la respuesta textual que dijo Barrionuevo, tras entrevistarse con el vicario episcopal de la provincia, el obispo Moisés Pachado, cuando se le preguntó si le había ofrecido compartir el desafío electoral.
E inmediatamente aclaró que simplemente había estado conversando sobre la cuestión. Una versión no compartida por el prelado quien ante la consulta de la prensa, expresó que efectivamente Barrionuevo le había ofrecido el cargo de vicegobernador, lo que él rechazo por considerar que su rol es el ámbito de la Iglesia.

Lógicamente los medios de comunicación resaltaron el no de Pachado, lo que generó el enojo de Barrionuevo, que acusó a los periodistas de “terroristas de las noticias”. Un traspié en el inicio de la campaña, la que después empezó a levantar vuelo a partir de la designación de su compañero de ruta, el empresario Sotomayor, quien en su primer discurso destacó el apoyo de la Iglesia a su nominación, sin citar nombres.

Un respaldo que no inquieta a la dirigencia del Frente Cívico y Social y el FpV, por cuanto están más empeñados en demostrar que desde la Casa Rosada apuestan a su triunfo, más que al de Barrionuevo. Un aval que se puede comprobar con las visitas de funcionarios nacionales y en particular de la hermana del Presidente, Alicia Kichner, quien desparramó sus planes sociales acompañada por la dirigencia oficialista, para malestar de Luis Barrionuevo y Graciela Camaño, quienes no se cansan de repetir que el Presidente de la Nación “se declaró prescindente”.

En rigor, cuando se escuche el mensaje de las urnas recién se podrán corroborar las victorias que se adjudican ambos contendientes, aunque los indicios hablan de una ligera ventaja, por ahora, para el Frente Cívico y Social – Frente para la Victoria.