Néstor Kirchner aseveró que “es muy difícil negociar cuando se dice: se hace esto o nada”, al renovar su pedido de “diálogo” a su par de Uruguay, Tabaré Vázquez, en procura de destrabar el conflicto pastero binacional.

Como si tuviera delante a su colega uruguayo, el presidente argentino dijo en un pasado de su discurso: “Querido Tabaré, negociar haciendo solamente lo que ustedes creen que hay que hacer, por más buena fe que tengan, es acatar, no negociar. Nosotros queremos dialogar, negociar, paz y hermandad entre Uruguay y Argentina”.

A juicio del mandatario argentino, el gobierno uruguayo está “cometiendo un error estratégico” al empecinarse en endurecer el conflicto queriendo soslayar aspectos centrales, como los contenidos del Tratado del río Uruguay. “La teoría del hecho consumado puede servir para un tiempito, para un tiempo más largo, pero no para todos los tiempos; para todos los tiempos hay que trabajar en el sentido de hermandad”, recomendó.

“Reclamamos con justicia porque nosotros no hemos violado el Estatuto del Río Uruguay y nos duele en el alma no encontrar voluntad negociadora en nuestros hermanos uruguayos”, sostuvo Kirchner y agregó: “es muy difícil negociar cuando del otro lado se dice 'es esto o nada'”.

“Negociar es buscar lo que nos contenga a todos, querido Tabaré. No queremos acatar, queremos negociar”, insistió el mandatario argentino.

Al continuar con la lectura del discurso, el jefe de Estado detalló el curso del conflicto bilateral y responsabilizó al Gobierno uruguayo por la ruptura de las negociaciones.

“A principios de 2006, tras cumplirse el período para las negociaciones bilaterales tendientes a lograr una solución de la controversia sin haberse llegado a un acuerdo, quedó habilitado el recurso a la Corte Internacional de Justicia”, explicó. Agregó que hace un año, en su discurso de apertura de las sesiones legislativas, exhortó a Vázquez “a negociar para encontrar una solución mutuamente aceptable”.

“El encuentro en Santiago de Chile, el 11 de marzo de 2006, pudo haber constituido el punto de partida para la solución del diferendo. Sin embargo, esas negociaciones, que tuvieron un inicio auspicioso, lamentablemente se interrumpieron cuando la República Oriental del Uruguay decidió poner fin al diálogo bilateral”, precisó.

Luego agradeció “profundamente la generosa aceptación” del rey de España, Juan Carlos de Borbón, de intervenir en el diferendo para acercar a las dos partes.

“La Argentina ha manifestado su confianza en esta misión de facilitación (que realiza el embajador Juan Antonio Yáñez Barnuevo), que se encuentra en pleno desarrollo y que no excluye la continuación del procedimiento ante la Corte Internacional mientras no se haya logrado el acuerdo”, concluyó.