En el caso de los microemprendimientos, se trata de una reforma a la Ley 24.977 que establece un régimen tributario integrado y simplificado, que exime del pago de los impuestos a las ganancias presuntas y al valor agregado, y también del pago de 35 pesos para la contribución a la seguridad social. Además, reduce en un cincuenta por ciento el pago equivalente al aporte al sistema de seguro de salud y a las obras sociales, que ahora quedarán en 11 y 10 pesos, respectivamente.

En el caso de AR-SAT, el Senado aprobó la eximición de todos los impuestos nacionales, incluidos el IVA e impuestos internos.

La exención alcanza a los impuestos que gravan la compra e importanción de bienes, los insumos para ensayos y para la puesta en servicio de satélites.

El miembro informante por la mayoría fue el senador chaqueño Jorge Capitanich, quien destacó que por la primera de esas leyes se favorecerá el blanqueo de muchos pequeños productores inscriptos en el Registro Nacional de Efectores de Desarrollo Local y Economía Social.

Capitanich destacó la importancia de la labor que desempeña ARSAT, en el desarrollo de satélites geoestacionarios, aunque aclaró que no tiene una estimación del costo fiscal que tendrá esta medida para el Estado.

Por su lado, el jefe de la bancada radical, Ernesto Sanz, expresó su acuerdo con ambas iniciativas, si bien reiteró sus dudas sobre la conveniencia de la figura de empresa estatal de ARSAT. “Controlaremos si esta buena herramienta es bien aplicada”, puntualizó Sanz sobre la exención impositiva que se otorga a esa compañía.

El socialista Rubén Giustiniani se pronunció en cambio en contra por considerar que es poco clara la constitución accionaria de ARSAT. “Es necesario recuperar el rol del Estado”, dijo, especialmente “en áreas estratégicas”, y cuestionó que ARSAT fuera “constituida como una sociedad anónima”, porque no puede ejercer un control como el que se puede hacer de las empresas públicas.