Autodefinido como “un intelectual” cuya principal obsesión es la educación, Mariano Narodowsky está convencido de que Buenos Aires debería estar mucho mejor en la materia. Dice no estar pensando en ser ministro de Macri, aunque lo consideraría un honor, y confía en que en cuatro años se podría llegar a implementar un plan para mantener a los chicos en la escuela desde los 4 años hasta el secundario.
El primer candidato a diputado porteño por la lista del PRO aseguró que desde el punto de vista legislativo para él lo más importante es “que la ciudad de Buenos Aires tenga una ley de Educación, que no la tiene, y además que sea una buena ley de Educación; que sea un instrumento para volver a poner a la ciudad de Buenos Aires en el lugar que nunca debió haber dejado de estar”.
Entrevistado por el programa Parlamentario TV, que se emite por el canal Metro, Mariano Narodowsky admitió la posibilidad de que en el caso de que Mauricio Macri termine siendo jefe de Gobierno de la ciudad, él pueda llegar a convertirse en ministro de educación, cosa que consideró “un honor”.
Empero, aclaró que “no hay ningún acuerdo con Mauricio” al respecto y, por el contrario, “hoy estamos concentrados en la Legislatura”. En tal sentido, aclaró que “también para mí es un honor no solamente ser legislador en el futuro, sino encabezar una lista, no sólo a título personal, sino también porque es importante la señal que el PRO está mandando a la sociedad de que su cabeza de lista sea un educador. Eso tiene que ver, más allá de mí, con el énfasis que nosotros le ponemos a la educación y al conocimiento en nuestra propuesta política”.
Respecto al estado en que se encuentra la educación en el distrito, sostuvo que al comparar a la ciudad de Buenos Aires con otras provincias “creo que estamos un poco mejor; tenemos más presupuesto”. Además, resaltó un dato poco conocido como el de que la mitad de los alumnos de la ciudad de Buenos Aires van a escuelas privadas, “con lo cual eso descarga mucho el presupuesto de Educación de la ciudad de Buenos Aires, que además es un presupuesto importante”.
“Lo que nosotros pensamos es que, con todo ese potencial, estamos para mucho más”, destacó, citando ejemplos que no se pueden dar como la caída de techos de establecimientos educativos, las peleas entre estudiantes, o el retraso en general en la escuela secundaria.
“Son todas cosas que en la ciudad de Buenos Aires tendríamos que tener resueltas, porque esta ciudad tiene un potencial educativo y de conocimiento que es enorme –dijo-, Tenemos aquí la mejor universidad de la Argentina, que es la Universidad de Buenos Aires, que no depende de la ciudad, pero es un foco enorme de conocimiento y educación. Tenemos todo para que no haya ninguna clase de problemas como los que hay en la ciudad”.
Consultado respecto a los problemas de exclusión social que se dan en la ciudad y la necesidad de “igualar hacia arriba”, sugirió “dar inclusión a todo el mundo, todos los chicos en la escuela”, cosa que presentó como un claro objetivo de la gestión de Mauricio Macri-Gabriela Michetti.
“Todos los chicos deben ir a la escuela desde los 4 años hasta el secundario, esa es una meta que en cuatro años podríamos alcanzar”, puntualizó, para citar luego “algo que nosotros planteamos, que no es una política pero sí un valor fundamental, que es el tema del respeto. Porque no es solamente respeto por el docente, por el alumno, por la educación; es respeto por el conocimiento, respeto por el libro, respeto por el docente como lugar del saber, como autoridad porque sabe”.
“Volver a reconstruir eso de alguna manera va a igualar para arriba, a poner la cuestión en la exigencia, en la excelencia, en la igualdad de oportunidades, pero también sacándonos el jugo al máximo posible a los porteños y a los adolescentes para lograr una ciudad educativa en serio”, dijo.
Mariano Narodowsky fue vice rector de la Universidad de Quilmas y se define como un intelectual con pensamiento socialdemócrata, “más bien de centroizquierda”.
“Nunca me había metido tanto en política, como hace cinco años, cuando me convocó Mauricio (Macri)”, contó, admitiendo su simpatía por Chacho Alvarez y, como tal, dijo ser “uno de los defraudados por la renuncia de Alvarez”.
“Creo que es la historia de muchos a los que la crisis de 2001 nos partió la cabeza, además del bolsillo”, destacó, rechazando de plano ser un representante de la nueva política. “Para mí no hay vieja y nueva política… -aclaró-. ¿Sarmiento sería la vieja política, entonces? O Yrigoyen, o Perón, o Roca, los grandes líderes de los que podemos discutir algunas cosas, pero que transformaron la Argentina, y muchas veces para bien. Vieja y nueva no me parece una categorización”
Narodowsky sostuvo que quienes trabajan con él piensan que “las ideologías deben estar al servicio de la resolución de problemas y no al revés”, y resaltó la figura de Mauricio Macri, cuya principal característica es –dijo- la de ser “un gran armador de equipos y me parece que a partir de eso podemos solucionar los problemas de la gente”.
