El presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical, Gerardo Morales, advirtió que existe “un claro reconocimiento” de parte del gobierno acerca de la existencia de “hechos de corrupción” en torno al caso Skanska.

El senador radical se refirió de esa forma sobre la decisión del Estado de separar de sus cargos al presidente del Enargas, Fulvio Madaro, y al gerente del Fideicomiso Nación, Néstor Ulloa.

“Para reconciliar al gobierno con la sociedad, como sostuvo el jefe de Gabinete, aparte de esta medida, lo primero que tiene que hacer Kirchner es echar a Ricardo Jaime por corrupto, a Moreno y a Paglieri por los delitos que han cometido en el INDEC y a Nilda Garré por inútil”, sugirió Morales, quien sostuvo que el Presidente “tendría que reconocer que hay un sistema institucionalizado de corrupción en la obra pública a través de los fondos fiduciarios, de los cargos específicos y los sobre precios”.

Por su lado, el presidente del bloque ARI en Diputados, Eduardo Macaluse, sostuvo que el desplazamiento de funcionarios anunciado por el Gobierno nacional demuestra que “la ruta del dinero termina más arriba” y consideró que el Ejecutivo “empieza a reconocer que este no era un problema entre privados”.

Macaluse sostuvo que “en última instancia todos los ciudadanos estamos privados de información. Hay que seguir tirando del hilo de la investigación, porque la ruta del dinero no termina en estos funcionarios, hay que buscar más arriba”.

Por su lado, el principal asesor de Roberto Lavagna, Alejandro Rodríguez, dijo que “el desplazamiento de estos funcionarios deja en evidencia que no se trataba de 'un caso de corrupción entre privados', como se afirmaba desde la Casa Rosada. Ahora el Gobierno tiene la obligación de brindar toda la información del caso y debe asumir todas las otras responsabilidades que le correspondan sin proteger a nadie”.