El gobernador mendocino accedió a congelar duros proyectos contra el delito.
Julio Cobos cedió ante la presión y congeló la aprobación de leyes de mano dura contra el delito.
El cambio del gobernador mendocino se produjo a pocos días de la llegada del matrimonio Kirchner a esa provincia, y poco después de que los proyectos oficiales que impulsaba fueran objetados por dos abogados del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), una ONG presidida por el periodista Horacio Verbitsky y muy cercana a la Casa Rosada.
Influyó además una carta que le envió a Kirchner el ministro de Justicia, Alberto Iribarne, en la que alertaba que las leyes a punto de aprobarse en Mendoza dejarían al país mal parado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con sede en Washington.
Los proyectos cuestionados preveían ampliar las posibilidades de escuchas telefónicas por parte de la Policía y a endurecer el régimen de excarcelación.
Al proyecto de ley de excarcelaciones se le eliminó uno de dos artículos, el más cuestionado por el CELS y se la envió a una comisión del Senado donde permanecerá varios meses.
El de escuchas fue aprobado el martes, pero con cambios tan profundos en su redacción que perdió la dureza que el gobierno local pretendía darle.
La crisis de Seguridad en Mendoza estalló el 14 de abril, cuando una mujer fue baleada frente a su hijo para robarle el auto. Se llamaba Laura Abonassar y murió dos días después.
