La inclusión de una particular conversación telefónica en el decreto que determinó el desplazamiento de dos funcionarios del Gobierno se convirtió en uno de los principales temas de debate en torno a la decisión del Presidente Néstor Kirchner respecto del caso Skanska.
Mientras el Gobierno justificó la inclusión del diálogo entre el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y el fiscal federal Carlos Stornelli en el decreto, pero la oposición consideró que la difusión de esa charla fue un intento de perjudicar al funcionario del Ministerio Público.
Para el diputado arista Adrián Pérez fue “raro” que haya existido esa conversación porque se trata de una causa que “afecta a la centralidad del gobierno” y “no correspondería” que se hubiera producido ese diálogo. “Las medidas que Stornelli vaya tomando no pueden ser anticipadas al Gobierno de ninguna manera”, insistió Pérez.
El texto no pasó desapercibido por la oposición y desde la UCR, el jefe del bloque de senadores, Ernesto Sanz, consideró que el contenido del decreto está hecho con “una desprolijidad absoluta”.
“Cualquier decreto debe estar fundado en argumentos muchos más serios que una supuesta conversación telefónica donde un fiscal dice que se va a cargar a dos funcionarios”, subrayó Sanz.
