Si bien habrá quienes profesen la ideología del partido de Alem e Yrigoyen, oficialmente el partido ya no tendrá representantes en la Legislatura porteña.
Lejos de los tiempos en que eran ganadores permanentes de las elecciones porteñas, el radicalismo vivió este domingo otra página de su ocaso distrital. Ahora, ya sin posibilidades de acceder a la Legislatura porteña -lo más cerca que tuvo fue a un dirigente que todavía está afiliado al partido, Enrique Olivera, como candidato a vicejefe del derrotado Jorge Telerman-, el radicalismo se quedó sin diputados en el Parlamento de la ciudad.
Es que en diciembre vencerá el mandato de Carlos Lo Guzzo y los candidatos que iban en la lista de Jorge Telerman no pudieron acceder a una banca.
La línea Pensamiento y Acción del radicalismo porteño, opuesta a la conducción, criticó a las autoridades de la UCR por haber respaldado a Jorge Telerman y señaló que el partido en la ciudad es “triste, solitario y final”. Los dirigentes de esa corriente señalaron que “el pueblo porteño habló a través del sufragio y su mensaje fue claro y contundente. Más allá de los porcentajes, hay dos opciones electorales que disputarán el gobierno de la Ciudad el 24 de junio y el actual jefe de Gobierno y sus aliados de la conducción formal de la UCR han sido castigados”.
El comunicado de prensa señala que “el papel de la dirigencia encabezada por Jesús Rodríguez, Ricardo Gil Lavedra, Rafael Pascual y Enrique Nosiglia, que entre cuatro paredes definieron la paupérrima estrategia electoral del radicalismo es final”.
