Referentes del kirchnerismo porteño cuestionaron al candidato a jefe de Gobierno del PRO por negarse a participar del debate con su rival kirchnerista, Daniel Filmus, en el programa televisivo A Dos Voces.

“Macri demuestra que no tiene palabra, dado que había asegurado varias veces, ante los televidentes, que iba a debatir”, sostuvo el subsecretario de Gestión Pública y coordinador de los equipos de campaña de Filmus, Juan Manuel Abal Medina.

A su turno, el jefe del bloque de legisladores kirchneristas de la ciudad, Diego Kravetz, señaló a través de un comunicado que “Macri se esconde debajo de la pollera de Michetti para no debatir”, y remarcó que “el problema del patrón del PRO es que lo único que hizo durante la campaña fue estudiar de memoria un librito que le prestó un asesor ecuatoriano, y por eso se niega a confrontar”.

Por su parte, el legislador electo y ex jefe de Gobierno porteño Aníbal Ibarra, sostuvo que el presidente de Boca “tiene miedo de salirse del libreto y mostrarse como es”.

Ibarra dijo que “los debates se hacen pensado en la gente y no en la conveniencia de los candidatos, pero no es para sorprenderse la decisión de Macri dado que tampoco participa de los debates en la Cámara de Diputados, su lugar de trabajo”.

Por otra parte, advirtió que “para gobernar la ciudad hay que ser responsable y dar la cara. No parecen ser esos los atributos de Macri”.

A su vez, la titular del PAMI, Graciela Ocaña, criticó a Macri señalando que le parecía mal que “a último momento Macri se decida a no hacerlo, cuando la semana pasada había aceptado, y me parece que de ese modo está subestimando a los porteños”.

Ocaña le pidió a Macri que “recapacite, porque evidentemente lo que los porteños reclaman es una discusión de propuestas y un debate donde se respetan todas las reglas, que por otra parte fueron sugeridas por sus propios asesores, y aceptadas totalmente por Filmus”.

Según recordó Kravetz, una de las claves de la derrota que sufriera Macri en 2003 contra Aníbal Ibarra fue el último debate entre ambos, luego del cual, “tras haber sido vapuleado por su adversario, Macri perdió entre 5 y 8 puntos de intención de voto”.