Frente al reconocimiento del importante déficit fiscal en las cuentas públicas porteñas, el economista y diputado porteño macrista Mario Morando destacó que había alertado públicamente sobre los hechos que llevaron a esta situación, durante la ampliación presupuestaria de $850 millones que se aprobó el 20 de julio de 2006.

Al respecto, reveló que “desde julio de 2006 vengo alertando sobre el descontrol en las finanzas públicas porteñas y el macrismo fue la única fuerza que se abstuvo de votar entonces el aumento de presupuesto 2006 por $ 800 millones, por el que el gasto en personal de la ciudad subió 60%”. “Allí se incubó este Déficit que habrá que resolver para no resentir ni los servicios públicos de la ciudad ni su inversión en infraestructura. Telerman negoció desde una posición de debilidad, con tal de evitar el conflicto. Sus aliados, el ARI y el kirchnerismo votaron el aumento. Ahora comienza a llegar la cuenta de la “fiesta”, advirtió el diputado.

“Tras la ampliación del Presupuesto 2006, con una inflación del 10%, el gasto en personal de la ciudad subió 60%. ¿Por qué los contribuyentes, que a lo sumo habían recibido un aumento del 20% nominal anual, debieron solventar semejante aumento de los agentes estatales? Telerman negoció desde una posición de debilidad, con tal de evitar el conflicto. Su propio bloque de diputados, el del ARI y el kirchnerista votaron el aumento. Ahora comienza a llegar la cuenta de la “fiesta”, disparó Morando

En tanto, el legislador se refirió a los condicionamientos que implicará este incierto momento financiero y las medidas que deberán tomarse, entre las que destacó que “será imperioso buscar y lograr eficiencia en la gestión de compras, cosa difícil de esperar hasta que no asuma la nueva administración macrista. Ya mismo los recaudadores locales deben “ponerse las pilas”, el impuesto sobre ingresos brutos porteños es el único que muestra signos de estancamiento frente al resto de las jurisdicciones. Y habrá que revisar los sistemas de actualización de los proveedores y contratistas del Estado, que en muchos casos evolucionan por precios de mercado y no por índices oficiales”.

“Como todavía queda dinero en el Banco de la Ciudad y pueden demorarse inversiones, llegaremos a fin de año sin mayores sobresaltos financieros. Pero se verá que los 1.500 millones que tenía el gobierno de la ciudad depositado a inicios del año pasado, se ha volatilizado sin recibir a cambio los contribuyentes ninguna obra de envergadura. Parece que la “inversión” no es un concepto “progre”.

Asimsimo, sostuvo que “desde el 10 de diciembre, eliminando 10% de sobrecostos en compras y contrataciones, y revisando gastos en publicidad y subsidios, podremos economizar unos $ 400 millones, para financiar el moderado aumento salarial del año próximo. La mejora en la recaudación podrá generar unos 1400 millones adicionales, que alcanzarán sólo para rebalancear el desequilibrio. Para invertir en serio habrá que repensar los esquemas de financiamiento de la inversión y analizar la posibilidad de constituir fideicomisos con destino automático a ciertas obras. Hemos comprobado que ni siquiera guardando los ahorros del gobierno en su propio banco están seguros. Por algo presenté ni bien asumí en el 2004, un Proyecto de Ley de Fondo Anticíclico, que duerme en la comisión de presupuesto”.

“Y deberemos discutir con gobierno nacional, por la alícuota del 3% de coparticipación que le concede “imperialmente” a la ciudad de Buenos Aires, mientras ésta genera más del 10% de la riqueza nacional. Tendremos que rehacer las cuentas cuando nos traslade la policía, que seguro cuesta mucho menos que 7% del producto bruto nacional”, sentenció.

Al concluir, Morando expresó que “los problemas financieros de la ciudad de Buenos Aires tienen solución a la vista, sin aumentar la carga fiscal promedio sobre los habitantes. Pero nos espera a todos, autoridades salientes y entrantes del gobierno local y nacional, una ardua tarea”.