Plantean que en la Provincia no se pueda manejar ni con una gota de alcohol.
Un proyecto que ya tiene media sanción del Senado bonaerense señala que en ese territorio no se podrá manejar ningún vehículo cuando se haya bebido alcohol, aunque sea una mínima cantidad.
Hasta el momento, podían conducir quienes tuvieran hasta 0,50 miligramos de alcohol por litro de sangre. Pero ahora, a partir de un proyecto aprobado por el Senado bonaerense, que deberá pasar ahora por Diputados, se reformaría el Código de Tránsito provincial estableciendo que no podrá tomarse alcohol antes de conducir.
Esta modificación fue introducida por los senadores tras evaluar que una de las principales causas de los accidentes viales está en la conducción tras la ingesta de alcohol.
El proyecto aprobado el último miércoles fue girado a la Cámara baja provincial para su tratamiento, y establece además que los menores de entre 17 y 21 años, deberán renovar el carné de conductor todos los años.
La iniciativa es parte de la batería de medidas enviada meses atrás por el Ejecutivo provincial, tras declararse la emergencia vial en la provincia de Buenos Aires a raíz del aumento de los accidentes automovilísticos registrados.
La decisión sobre el alcohol de los conductores está llamada a generar polémica, pues establece “tolerancia cero” en los controles de alcoholemia para quienes manejen.
Los senadores votaron con diversos cambios el proyecto enviado hace varios meses por el gobernador Felipe Solá, que en enero dictó un decreto declarando la emergencia vial en la Provincia ante la sucesión de accidentes automovilísticos.
La ley dispone la creación de juzgados de infracciones de tránsito provinciales y el regreso de los radares a las rutas para controlar los excesos de velocidad, y además, prevé aplicar severas multas a quienes violen los límites permitidos. Pero los senadores introdujeron algunos cambios al texto original y dispusieron hacer más severos los controles de alcoholemia.
Así, cuando se detecte un conductor con cualquier grado de alcohol en sangre, aunque sea mínimo, ya no podrá seguir al volante. De esta forma, la Provincia pretende sumarse a varios países de Europa donde también existe tolerancia cero.
“Es una decisión que apunta a proteger a los propios jóvenes”, dijo el senador kirchnerista Guillermo Pérez, quien indicó que manejan estadísticas que muestran que los menores al volante son protagonistas de numerosos accidentes.
