Por Agustín Alvarez Parisi

La actividad vertiginosa que le dio al Senado durante su tiempo de gestión al frente del mismo es reconocida por propios y extraños. En ese marco, Daniel Scioli cumplió con aquella premisa que, sucesivamente, se han impuesto los vicepresidentes de esta etapa democrática y que, en general, no han podido o querido cumplir: la de ejercer un rol que vaya más allá que tocar la campanilla del Senado.

Esa actividad frenética impulsada en el cuerpo se ha transformado en los últimos meses, a partir de la campaña electoral que Daniel Scioli sabía que iba a cumplir este año, aunque él imaginara en su momento otro distrito donde competir. De la ciudad de Buenos Aires, a la que tan bien conoce, y que vislumbraba como su sino, fue requerido por el presidente Kirchner para otro destino: la gigantesca provincia de Buenos Aires. En ese marco, hoy debe conjugar la actividad en la Cámara alta con las recorridas permanentes por ese distrito que no le es ajeno, pero que tiene otro perfil, otras demandas y otras obligaciones.

Así las cosas, entre tanto ajetreo de campaña, recibió a Parlamentario en su propia casa, ubicada en el corazón del Abasto, con la habitual dedicación que ha dispensado a esta publicación no sólo en su tiempo de vicepresidente, sino desde sus días como diputado nacional. A sabiendas, además, de que la ocasión es especial, por tratarse de un número aniversario de la única publicación semanal legislativa del país.
La cara del vicepresidente denota el traqueteo de la campaña que entra en su etapa definitiva. Ha sido un día largo, con un acto en el interior bonaerense, como casi cada día desde hace tiempo. Pero a ello debe agregarle -como una carga extra- las versiones que circularon los últimos días respecto a una eventual candidatura suya al frente de una alianza peronista “anti-K”.

“Nada más lejano a la realidad”, deslizan desde su entorno, donde hablan de una obvia operación que más que a él, busca esmerilar al kirchnerismo a propósito de las últimas derrotas electorales. El vicepresidente de la Nación muestra su fastidio ante la consulta informal sobre el tema y prefiere hablar de “temas reales”.

– A tres años y medio de estar cumpliendo su mandato como presidente del Senado, ¿cuál es el balance de su gestión?

– El Senado ha hecho un avance significativo en cuanto a la modernización, a la incorporación de nuevas tecnologías, como el voto electrónico, el acceso a la información, la firma digital, el Senado TV. Hemos logrado un amplio consenso con los trabajadores de la casa y con las distintas fuerzas políticas para poder avanzar en todas estas reformas.
En el Senado, como la hermana mayor de todas las legislaturas, es muy importante haber hecho todo este esfuerzo de apertura también con la comunidad, con las universidades y los sectores productivos, acompañando este momento de recuperación de todas las provincias. Además, hemos intercambiado experiencias con otros senados del mundo. Estoy satisfecho por lo avances que hemos logrado tras una etapa muy traumática que ha vivido la Cámara alta.
Desde el punto de vista personal, mi satisfacción de haberle dado al rol de vicepresidente una dinámica de trabajo distinta a la tradicional, como encabezar misiones comerciales, trabajar con sectores productivos, colaborar con temas de la Cancillería. También hemos trabajamos intensamente con delegaciones extranjeras que visitan nuestro país para crear conciencia de las grandes posibilidades comerciales que ofrece nuestro país.

– Según su opinión, ¿cuál es el grado de transparencia y calidad institucional de los poderes del Estado?
– Creo que es fundamental la participación ciudadana a través del acceso a la información que posibilitaron las nuevas tecnologías que mejoraron la transparencia y la calidad institucional. Antes de estos avances tecnológicos no se podía saber, por ejemplo, los resultados de una votación en el cuerpo a través de la Internet, como así tampoco se conocían el número de los trabajadores en las reparticiones públicas.

– ¿Tuvo algunos obstáculos en su período de gestión?

– Al contrario. La verdad es que no tengo palabras para agradecer a todos los senadores que a lo largo de estos años han hecho un gran acompañamiento y entender que era muy importante hacer este esfuerzo. No hubo mezquindades, no hubo egoísmo. Entre todos le dimos un realce a la tarea legislativa que no siempre se limita al debate en el recinto, sino el verdadero trabajo se da en las comisiones, en las audiencias públicas, en sus provincias y en sus partidos políticos. También han colaborado mucho los trabajadores de la casa, quienes aceptaron el desafío de cambio que requería mayor capacitación y adaptación a las nuevas tecnologías implementadas en el Senado.

– Históricamente a la vicepresidencia se la distinguía simplemente por tocar la campanilla en el recinto del Senado, ¿cree que le ha dado otro rol a su función?

-Yo le ha dado otra impronta acorde con los tiempos que vive la Argentina. El cargo de la vicepresidencia es una alta responsabilidad institucional. Para mí ha sido un gran desafío ocupar el cargo, y creo que he honrando la confianza que me ha brindado el Presidente. Creo que a partir de ahora, el futuro vicepresidente deberá seguir el camino iniciado.

Del Senado a la Provincia

– Usted se había preparado para gobernar de la ciudad de Buenos Aires, pero las circunstancias han hecho que hoy sea candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires. ¿Qué significa esto para Scioli?

– Siempre tuve una visión metropolitana. Estoy convencido de que es difícil solucionar los problemas de la ciudad, sino se arreglan los problemas del Conurbano. Por lo tanto, estoy bien preparado para llevar adelante mi gestión en la provincia de Buenos Aires. Tengo experiencia de gestión, en virtud de mi desempeño en la Secretaría de Turismo y Deportes de la Nación. Esta función me ha permitido tener contacto con diversos sectores de la Provincia. Esto hizo que la gente tenga una expectativa favorable hacia mi equipo de trabajo. La gente pide cambios y nosotros vamos a trabajar para ello. Sin duda será una tarea titánica.

– La provincia de Buenos Aires tiene profundos problemas como la inseguridad, la droga, la educación, la marginación social… ¿Cómo tratará de solucionar estos temas?

– Hay que atacar las causas profundas como la educación, la inclusión social, la distribución del ingreso y el tema de las drogas que está muy vinculado con el problema de la inseguridad. Para solucionar estas problemáticas estamos trabajando en una ingeniería financiera que permita poner a la Provincia en equilibrio.
En cuanto a las obras de infraestructura estamos planificando con el Gobierno nacional y los municipios. La Provincia debe aprovechar al máximo todo el esfuerzo realizado por la Nación, como el crecimiento económico.

– El estado económico-financiero de la Provincia atraviesa una situación muy delicada, teniendo en cuenta esta realidad cómo se prepara para afrontar este problema…

– Vamos a afrontar con un menú de distintas iniciativas que ya van a conocer oportunamente. Las mismas estamos elaborando con nuestros técnicos en coordinación con el Gobierno nacional.

– ¿La incógnita que ronda en muchos ámbitos es saber con qué sigla participará en la elección el 28 de octubre y quién será su compañero de fórmula?

– La sigla será el Frente para la Victoria. Para saber quién me acompañará en la fórmula faltan aún 70 días para la presentación de la boletas, por lo tanto no hay que apresurarse.

– En el distrito bonaerense muchos dirigentes del PJ no están contenidos en el FpV, pero adhieren a su candidatura, ¿qué opinión le merece?

– Nosotros vamos como FpV, donde el peronismo es el pilar fundamental. Pero como decía el General Perón, el movimiento debe ser frentista, incorporando a otras fuerzas políticas. Hay que tener una visión pluralista para sumar a aquellos sectores que compartan la gestión presidencial.

– Tanto usted como Macri han cimentado su figura política en la no agresión, dejando de lado viejas artimañas, incluso hasta la desideologización…

– Más que vieja o nueva, es buena práctica encauzar el diálogo, que es lo que soluciona los problemas de la gente. Las disputas no resuelven nada. Lo que resuelve es el trabajo arduo y constante. Yo creo en las ideologías, de hecho presido el Senado donde hay una gran diversidad de criterios ideológicos, donde sostengo el mío, pero respetando la amplitud.

“Parlamentario es una guía referencial”

– Semanario Parlamentario está cumpliendo 18 de años de existencia, ¿qué nos puede decir al respecto?

– Agradezco la visión positiva de Parlamentario en la vida del Congreso, resaltando la tarea legislativa, informando con claridad e independencia. Es un aporte muy importante lo que ustedes hacen de la gran casa de la democracia que es el Parlamento. Nosotros, que respiramos diariamente el aire legislativo y que necesitamos un punto de vista objetivo acerca de la vida diaria del Congreso y de sus principales referentes, hacemos de Parlamentario una guía referencial para poder informarnos de ciertas cosas que por ahí, con la vorágine del trabajo, no nos podemos enterar. Por lo tanto, aliento a que sigan adelante, porque el emprendimiento empresarial que han llevado a cabo todos estos años denota un gran esfuerzo, en donde seguramente han pasado etapas difíciles. Realmente los felicito. Y esperemos que esa objetividad que han logrado mantener la puedan sostener por muchos años más.