Tal cual había deslizado en su momento desde Estados Unidos, el gobernador ahora aclaró en Buenos Aires el destino de la cuestionada ley que beneficiaría a intendentes del conurbano.
Felipe Solá reiteró su idea de derogar las jubilaciones de privilegio en la provincia de Buenos Aires, en caso de que el proyecto sea aprobado en el Parlamento provincial.
El mandatario bonaerense sostuvo que no tiene “ningún problema que deroguen la ley Mercante”, al tiempo que indicó que según su visión “puede alcanzar a gobernadores y vicegobernadores también, porque es una obligación moral de quien ha tenido una representación tan alta, jubilarse igual que cualquiera”.
El proyecto en cuestión permitiría a intendentes, legisladores y gobernadores retirarse con 50 años de edad y con sólo 4 años de aportes -los que efectuaron mientras ejercieron el cargo-, volvió a quedar en el ojo de la tormenta cuando la Cámara de Diputados bonaerense aprobó hace unas semanas un proyecto para incluir a los intendentes en el mismo beneficio.
Solá dijo que cuando se retire cumplirá con los requisitos que establece la Provincia: “A los 65 años y con más de 30 años de servicios o a los 60 años y con 35 años de servicios. No pienso hacerlo antes, ni por ninguna ley especial”, aseguró.
El mandatario provincial consideró que “lo que me llama la atención es que se desgarren las vestiduras algunas personas de la oposición, sobre todo del ARI, que vive de denuncias pero nunca había denunciado esta ley antes”.
“Nunca antes los escuché presentar un proyecto de derogación, por lo menos de esta ley”, dijo, agregando que si bien está de acuerdo que se derogue la ley no es “hipócrita”. “No empiezo a gritar contra la ley porque se quiso ampliar a los intendentes y a los 50 años, que es una barbaridad mayor”, aseguró.
De esta forma, el gobernador le respondió al diputado del ARI, Horacio Piemonte, quien había tildado a Solá de “hipócrita”.
“Hubo mucha hipocresía por parte del mandatario provincial y del titular del Anses, Sergio Massa, ya que aprovecharon el momento para zafar y tomar una posición oportunista, pero a la hora de derogarla, el oficialismo se lavó las manos”, dijo el legislador.
El ARI es uno de los bloques legislativos que impulsa, junto con el radicalismo, la derogación de la norma. La semana pasada, un proyecto de los diputados bonaerenses que responden a Elisa Carrió, pasó a comisión para ser analizado, con el compromiso del kirchnerismo de que podría ser votado en las próximas sesiones.
