Al cumplirse este mes un año de la sanción de la ley que creó la Comisión Bicameral Permanente que debe analizar cada DNU, el funcionamiento de este cuerpo demuestra que no hay un consenso sobre cómo deben usarse esos decretos.

Obviamente esa comisión es casi testimonial, ya que el oficialismo impone allí siempre sin dificultades su amplia mayoría, aprobándose todos los DNU que impulsa el Gobierno.

Prueba de ello es que ya se dictaminó en forma positiva sobre 310, de un total de 1.100 dictados desde 1994 que deben revisar.

Empero, la oposición rechaza sistemáticamente casi todos por considerar que no se ajustan a los requerimientos que impone la Constitución. En ese ámbito sostienen que no se respeta el artículo 99 inciso 3 de la Carta Magna, que estipula que el Poder Ejecutivo puede recurrir a los DNU sólo cuando “circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes”.

Un hipercrítico en la materia es el titular del bloque radical del Senado, Ernesto Sanz, quien sostiene que “se siguen sancionando decretos sin necesidad ni urgencia que los justifiquen”.

También integrante de esa comisión, el formoseño Luis Petcoff Naidenoff advierte que el accionar del oficialismo en materia de DNU implica una “degradación de las instituciones”. De este modo, al comenzar la campaña presidencial con vistas a los comicios de octubre, desde la UCR se cuestiona al kirchnerismo en uno de los pilares en que se quiere asentar la candidata Cristina Fernández de Kirchner.

La primera dama hoy es defensora de los DNU –al menos los refrendados por su esposo- de los que dice que se deben analizar sus “contenidos” y no sólo “su número”.

Para otro crítico en la materia, el senador y ex fugaz presidente Adolfo Rodríguez Saá, “es fácil de observar el incumplimiento” del funcionario, quien “nunca se ha hecho presente en el Parlamento” para presentar “alguno de los innumerables decretos de necesidad y urgencia emitidos por el actual Gobierno”.