El traspaso de la Policía de la Nación a la Capital es, por estos días, el eje de un debate entre el Poder Central y el jefe de Gobierno electo de ese distrito, Mauricio Macri.

En el medio han quedado los representantes del interior del país, preocupados por defender los intereses de sus jurisdicciones. En tal sentido se manifestó la senadora nacional por Salta, Sonia Escudero, quien afirmó que “nadie desconoce el derecho de la Ciudad de Buenos Aires de tener su propia policía, pero no me parece justo que seamos las provincias las que tengamos que financiarla. Sería incluso inmoral desconocer las distintas realidades del país, y convalidar el financiamiento por parte de las provincias más pobres a uno de los distritos más ricos y desarrollados de la Argentina como es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

“Especialmente, cuando ese distrito se beneficia desproporcionadamente con la inversión pública nacional. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe concentran el 40% del gasto total, cuando tan sólo agrupan el 25% de la población; quedando en promedio solamente menos del 1,5% del mismo para distribuir entre cada una de las demás provincias del país sin considerar la Provincia de Buenos Aires, dado que la misma tiene asignado el 30% del gasto en cuestión”, detalló la presidenta de la Comisión de Seguridad Interior y Narcotráfico en el Senado.

“En lo que respecta al gasto total por provincia y por habitante se puede observar que el 80% de las provincias se encuentran por debajo de la media nacional. Esto significa que si tomamos que la media del gasto nacional per cápita que es de $3.345,36, 19 de las 24 provincias tienen asignado un gasto por habitante menor que la misma. A los efectos comparativos, la que mas recibe es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con casi 4 veces la media, mientras que la que menos recibe es la provincia de Misiones con menos de la mitad de la misma. Salta recibe $1.827,94, que representa casi un 55% de la media bajo análisis”, puntualizó Escudero.

Por último, destacó: “la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se beneficia indirectamente con todos los gastos relacionados con el funcionamiento del gobierno nacional que se realizan casi exclusivamente en dicho ámbito, lo cual provoca importantísimos efectos sobre su economía, situación que no ocurre en el resto de las provincias”.