Trascendió de fuentes calificadas que desde la Casa Rosada se trabaja discretamente para que la primera dama Cristina Fernández de Kirchner tenga un aparte con el Papa Benedicto XVI tras una de las tradicionales audiencias de los miércoles. Quien está a cargo de esa gestión es el embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Custer, […]
Trascendió de fuentes calificadas que desde la Casa Rosada se trabaja discretamente para que la primera dama Cristina Fernández de Kirchner tenga un aparte con el Papa Benedicto XVI tras una de las tradicionales audiencias de los miércoles.
Quien está a cargo de esa gestión es el embajador argentino ante la Santa Sede, Carlos Custer, y según le adelantó a un ministro ya habría obtenido el visto bueno del secretario de Estado vaticano, cardenal Tarcisio Bertone.
De concretarse, CFK se diferenciaría de su esposo Néstor Kirchner, que eludió esas cuestiones protocolares con el líder de la Iglesia Católica, con el que apenas se saludó cuando asumió su pontificado en 2005.
Desde la Iglesia no se cansan de repetir que NK está por convertirse en el único jefe de Estado, desde el regreso a la democracia, en 1983, en culminar su mandato sin realizar una visita oficial o mantener una audiencia privada con el Papa.
