En el marco de la dura interna que se vive en la provincia litoraleña, donde dos sectores del radicalismo aparecen seriamente enfrentados, se alertó sobre lo que puede llegar a suceder en la provincia como consecuencia de esa crisis.
Luego de la convención radical que terminó prácticamente a las trompadas con los primos Colombi seriamente enfrentados, no son pocos los que en el marco de esta guerra de declaraciones que por estos días se vive en la provincia, hablen hasta de la posibilidad de que haya quienes estén soñando una intervención federal a la provincia.
Esta posibilidad, que pareciera muy reñida con la realidad, surge a partir del enfrentamiento entre los sectores encabezados por el gobernador Arturo Colmbi y su primo ex gobernador y actual diputado nacional Ricardo Colombi, en la que está en juego el poder de la provincia. Nada menos.
El ex diputado nacional Noel Breard, asesor del gobernador correntino, exteriorizó la posibilidad de una intervención, culpando de ese riesgo a “unos pibes que perdieron el poder”.
Desde la misma vereda, el diputado provincial Alberto Pioli llamó a los radicales rebeldes “grupo de facciosos” y los llamó a “contribuir a que el radicalismo sea una fuerza hegemónica”.
En cambio, el intendente de la capital de Corrientes, Carlos Vignolo, se quejó porque el gobernador nunca le deriva las partidas de dinero que el Gobierno nacional envía a la provincia para apuntalar los sistemas de salud comunales.
Mientras tanto, el gobernador cerró la lista de candidatos con sus principales aliados del PJ kirchnerista y el liberalismo, en la alianza Frente de Todos, que tiene el respaldo del presidente Néstor Kirchner. Sin embargo, la jueza electoral María Servini de Cubría le ordenó a la Convención del radicalismo correntino que se abstenga a presentar listas de candidatos, por lo que la lista presentada por el gobernador podría quedar sin efecto.
En las próximas horas se decidirá la continuidad o no de esos candidatos, ya que Colombi podría apelar el fallo.
