Dos actividades ocuparán el centro de la escena esta semana en el Senado. El proyecto para cederle a la ciudad de Buenos Aires la posibilidad de contar con una policía propia, por un lado, y la modificación de Ganancias.

Mientras para el primer tema hay que vencer ciertas resistencias aún y la cuestión deberá obtener dictamen el miércoles por la mañana primero, es seguro que los senadores convertirán en ley la elevación del mínimo de ingresos no imponible por el impuesto a las ganancias a 4.600 pesos para trabajadores casados con dos hijos y a 3.400 para solteros.

La iniciativa ya cuenta con la sanción de la Cámara baja, dada dos semanas atrás, y cuenta con el visto bueno tanto del oficialismo como de la oposición para ser aprobada este miércoles.

El presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta, Jorge Capitanich, destacó que la modificación al Impuesto a las Ganancias “afecta los sueldos de entre 600 mil y 700 mil trabajadores en relación de dependencia y significa un costo fiscal de aproximadamente 1.500 millones de pesos”.

Capitanich dio por seguro que la ley saldrá rápidamente, por cuanto no existen demasiadas objeciones. Admitió que la oposición podría reclamar hacer una diferenciación entre la relación de dependencia y la no relación de dependencia o el costo fiscal que esto significa en las provincias, pero aclaró que el bloque de la mayoría avanzará con el proyecto tal como vino de Diputados.

Precisamente desde el radicalismo, el senador Gerardo Morales advirtió que la iniciativa en cuestión afecta el ingreso de las provincias por ser un impuesto coparticipable, calculando que de los 1.500 millones de pesos que se dejarían de cobrar, unos 800 millones corresponden a la coparticipación a distribuir entre las provincias.

En declaraciones a la prensa, el presidente del radicalismo sostuvo que los beneficiarios de la modificación sólo son 600 mil trabajadores, de los cuales el 80 por ciento corresponde a la Patagonia y la Capital, las dos zonas del país con más altos ingresos, por lo cual -enfatizó- “las provincias más pobres dejan de percibir ingresos en beneficio de las de más alto nivel de vida”.