La oposición en San Luis optó en esta elección por no presentarse, posibilitando de esta manera en gran medida el arrollador triunfo de Alberto Rodríguez Saá por más del 80 por ciento de los votos. Los dirigentes de la oposición sugirieron en cambio no concurrir a votar y, por tal motivo, se adjudicaron el 40 por ciento de abstención.

Así reaccionaron funcionarios de la intendencia de la capital puntana y dirigentes de la seccional local de ATE, que sostienen que ese porcentaje muestra que una gran cantidad de gente no está de acuerdo con la administración de Rodríguez Saá, y celebraron así su decisión de no concurrir a las urnas con candidato alguno.

Lo cierto es que el oficialismo de los Rodríguez Saá se alzó con el 85,38 por ciento, lo que refleja 130.775 votos a su favor. El voto en blanco resultó segundo, con 17.970 (10,28%), el Partido Socialista con 15.200 (9,92) y el Modín con 6.199 sufragios (4,05).

La concurrencia a las urnas fue del 61,71 por ciento y, a juicio de los promotores de esa actitud, esa cifra le quita representatividad al gobierno puntano.

Respecto a la consulta popular vinculante que acompañó los comicios del domingo, se impuso la reforma constitucional que permitía la reelección indefinida con 55.691 votos (72,84 por ciento) sobre 20.765 sufragios (27,16) en contra de modificar la carta magna provincial.

El oficialismo también retuvo las cinco senadurías provinciales en juego, con lo que la Cámara alta puntana continuará con los nueves representantes -uno por cada departamento- que responden a Rodríguez Saá.

De los 21 diputados que se eligieron, el Frente Partido Justicialista y sus aliados obtuvieron 20 y el restante le correspondió a Partido Nueva Fuerza, con lo que este cuerpo parlamentario quedará conformado de ahora en más con 34 miembros del oficialismo y sólo nueve de la oposición.