El legislador porteño Facundo Di Filippo (ARI-Coalición Cívica) advirtió que “no se cumplen” las normativas sobre seguridad de los pasajeros y de los trabajadores de las líneas de subterráneos, al recordar que en febrero pasado había presentado una denuncia penal por la falta de mantenimiento y control en ese servicio de transporte.

“¿Acaso tenemos que esperar que ocurra una tragedia para que el Estado Nacional haga cumplir las obligaciones que surgen del contrato de concesión de los subterráneos?”, se preguntó el diputado, quien preside la Comisión de Derechos Humanos, Garantías y Antidiscriminación de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Di Filippo también se refirió al reciente incremento en 14.219 millones de pesos del presupuesto nacional dispuesto por decreto presidencial de necesidad y urgencia. “La mayor parte -dijo- es para subsidiar a las empresas del transporte. Pero, más allá de ese festival de millonarios subsidios que reciben las empresas concesionarias, entre ellas Metrovías y sobre los cuales el gobierno de Kirchner no da demasiadas explicaciones, lo importante es garantizar que el servicio de transporte se brinde sin riesgo para la vida e integridad física de los usuarios y trabajadores”

El legislador del ARI presentó -el pasado 5 de febrero- una denuncia penal sobre las graves irregularidades de mantenimiento de los subterráneos -se tramita ante el juzgado federal a cargo del doctor Daniel Rafecas- que incrimina al Secretario de Transportes de la Nación, Ricardo Jaime, y a Pedro Ochoa Romero, interventor de la CNRT, por presunto incumplimiento de los deberes de funcionario público (arts. 248 y 249 del Código Penal), y a los miembros del directorio de Metrovías S.A., por la posible comisión de delitos contra la seguridad en el transporte (arts. 190, 196 del Código Penal),

Di Filippo dijo que es “responsabilidad del Poder Ejecutivo Nacional hacer ejecutar las normativas de seguridad y de mantenimiento del material rodante que se desprende del contrato de concesión” de las cinco líneas de subterráneos de la ciudad de Buenos Aires.

También reclamó que el PEN “lleve adelante todas las acciones positivas necesarias para garantizar que la prestación del servicio de subterráneos se brinde sin riesgo para la vida e integridad física de los usuarios y trabajadores”, ya que “por la entidad de las anomalías denunciadas se podrá apreciar que estamos ante la presencia de una posible tragedia con insospechadas consecuencias”,

En su demanda, que involucra al PEN, al gobierno de la ciudad y como tercero obligado a la empresa concesionaria Metrovías SA, el legislador advirtió que “se ponen en riesgo la vida de los usuarios y trabajadores” del servicio de subterráneos por “las graves irregularidades en el mantenimiento del material rodante” y la “ausencia del debido control y fiscalización” por parte de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), organismo intervenido por la Secretaría de Transportes.

Di Filippo adjuntó en su denuncia penal un informe de peritos -de 200 páginas- sobre la falta del adecuado mantenimiento en las cinco líneas de subterráneos. Se menciona como principales fallas lo siguiente:

* se dejaron de realizar las revisiones generales e integrales que surgen del contrato de concesión;

* 303 coches excedidos en kilometraje;

* una gran cantidad de formaciones con ruedas con ´planeaduras´ (por bloqueo de ruedas por frenadas excesivas);

* deformaciones en las vías (en la línea D en el tramo comprendido entre las estaciones Pueyrredón y Catedral);

* vagones con vidrios que no son de seguridad, además de presentar deterioros en acopladores, boguies, deformaciones en las carrocerías, ejes averiados y oxido en el sistema neumático de frenos;

* puntas de eje que no fueron reemplazadas por nuevas sino recicladas;

* durmientes rotos y con deformaciones;

* se detectó la presencia de amianto en las placas de guía de las carrocerías, sustancia prohibida por su toxicidad;

* vagones que rozan los andenes;

* fisuras en algunas de las zapatas de freno y excesivo desgaste en algunos discos de freno;

* tramos del tercer riel (electrificado) sin la correspondiente protección de madera.