La diputada nacional Nora Ginzburg solicitó al Poder Ejecutivo que informe sobre la seguridad con que cuenta la central atómica Atucha II.

Por medio de un proyecto de resolución, la legisladora destacó la necesidad de que se confirmen los elementos de seguridad “para evitar un desastre ante una eventual ruptura de un caño con material radioactivo y el grado de operatividad de esos sistemas, teniendo en cuenta que el proyecto tiene 30 años de antigüedad”. Ginzburg también pidió que se informe si se han actualizado las pautas originales, atendiendo las exigencias internacionales, y que empresa se hizo cargo de la tarea.

En su proyecto la legisladora también solicitó la respuesta oficial sobre:

*Cuáles son, y en qué estado de seguridad se encuentran, las acciones del apagado de la central en caso de accidente y si posee sistemas alternativos para accionar ante una falla del principal.

*Las causas por las que la Autoridad Regulatoria Nuclear no autorizaría la puesta en marcha de Atucha II, conforme manifestara su Presidente Nicolás Riga en declaraciones periodísticas.

*Por qué no se ha avanzado en el proceso de enriquecimiento de uranio, el desarrollo del reactor y la producción de uranio a través de la explotación de minas propias, pese a los anuncios de agosto de 2006.

Para Ginzburg la decisión del Presidente de relanzar la actividad nuclear merece determinar si la empresa resulta viable y segura, como también analizar si responde a las exigencias internacionales luego de la catástrofe de Chernobyl. “Resulta evidente que todo el proyecto debe ser revisado, y adaptado a las nuevas normas de seguridad, dado que no resulta razonable su construcción sin que se den esas condiciones”, advirtió la diputada.

“La alarmante información periodística publicada en un medio nacional el pasado 2 de septiembre constituye un elemento disparador de estos interrogantes que, sin duda, merecen una adecuada respuesta”, concluyó.