El término “tinellización de la política” fue acuñado por el gobierno del entonces presidente Fernando de la Rúa, que acusaba por la crisis de su gestión -que devendría en su renuncia anticipada- al conductor televisivo. En aquel momento, se lo acusaba a Marcelo Tinelli de socavar la autoridad presidencial, por un sketch llamado “El Gran Cuñado”, que emulaba al “Gran Hermano”: los que participaban eran políticos caricaturizados, y uno a uno iban abandonando la casa. El personaje de De la Rúa era aburrido, hablaba lento, se olvidaba las cosas…; sus defensores decían que la política se había tinellizado.

Pasaron más de seis años de aquel suceso y muchos presidentes en el medio. Pero la política sigue tinellizada, o al menos eso demuestran ciertas encuestas. En ese marco, no debería llamar la atención una información que dio cuenta de una encuesta encargada por políticos que salieron a medir al mandamás de Ideas del Sur, nada menos que para presidente. Y el hombre de Bolívar salió bastante airoso, logrando entre 25 y 30 puntos en esa compulsa.

Pero es más, al medir qué pasaría si tuviera que confrontar en un hipotético ballotage con Cristina Fernández de Kirchner… ¡le ganaba por 6 puntos!

También la consultora Equis, dirigida por Artemio López, midió a Tinelli como candidato a gobernador bonaerense, resultando allí por encima de Daniel Scioli. Y en su pueblo natal, Bolívar, ganaría por el 81 por ciento, relegando al hasta hoy favorito al 15,2 por ciento.

En una encuesta on line del portal de Internet MinutoUno.com -dirigido por Chiche Gelblung, el 70 por ciento de los participantes aseguraron que votarían a Tinelli, y un 14 por ciento lo dudaría, en función del partido en que se presentara. Más allá de que esa encuesta no es científica, sí representa lo que puede pensar al menos una parte de la sociedad.

El fenómeno no es nuevo. Y de hecho en algún punto hasta el propio Daniel Scioli es un producto de este fenómeno. De hecho hoy encabeza las encuestas con ventaja de hasta 40 puntos.

¿Son Scioli y Tinelli dos caras de una misma moneda?

Crisis de la política tradicional, de los partidos, de las ideologías… y todo es reemplazado por caras conocidas, independientemente de lo que piensen o hagan.
Pero hay más características comunes entre ellos: ambos son famosos y populares, pero a la vez son empresarios y gestores reconocidos. Su imagen entonces es aceptada por todas las clases sociales.

Repercusiones varias

No obstante, Tinelli salió rápidamente a desmentir cualquier especulación sobre un desembarco político. “No me interesa para nada la política y estoy muy contento con lo que estoy haciendo. Esto es producto de lo que piensa la gente de alguien que conduce un programa muy popular. Pienso que si yo fuera político, la cosa sería diferente. Estoy muy contento y agradecido a la gente que pueda haber dicho eso”, expresó en declaraciones radiales.

Además, consideró que su apoyo a causas benéficas -por medio de la Fundación Ideas del Sur- podría haber influido para que los encuestados lo hayan elegido.

Parlamentario consultó a distintos políticos bonaerenses que analizaron una eventual candidatura suya. Mirta Pérez, candidata a diputada por Unión-PRO, no lo evaluó como algo intrínsecamente negativo. “Cuando alguien es famoso como él la gente le cree como persona de la televisión, aunque no saben cómo sería en un cargo público. Lo que ven es la persona y les parece creíble”.

Y agregó: “Veo como bueno que las personas tengan referentes. Si él quisiera hacerlo y se ocupara de hacer lo mismo que hace con sus programas de TV, me parecería bien. Mucha gente apostó a mí, que era un ama de casa. Me votaban como persona, sin saber lo que luego haría en la función pública”.

Por su parte, la legisladora del ARI Marta Maffei lo analizó con un sentido crítico: “Es un fenómeno bastante común, por esa razón ante la falta de referentes dentro del mundo de la política”, subrayó. “En un contexto de desciudadanización es casi lógico que un personaje tan carismático tenga buena aceptación en determinados sectores”. La ex docente también comparó esas encuestas con la alta intención de voto de Daniel Scioli. “Es parte del mismo fenómeno de trivialización de la política”, apuntó.

La candidata a gobernadora por la Coalición Cívica, Margarita Stolbizer -quien sólo tendría una intención de voto del 0,8 por ciento si le tocara enfrentar a Tinelli- coincidió con Maffei: “Me enoja que la gente no valore a un candidato con propuestas en función de uno que lo único que tiene es una estructura de marketing. Pero creo que hay responsabilidades compartidas: de los políticos, que no hemos sabido generar una respuesta que genere confianza y entusiasmo, y también de los votantes, que tienen un nivel de exigencia alto de sus representantes pero no están demasiado dispuestos a producir un cambio”. Obviamente, Margarita Stolbizer habla tanto de Tinelli como del hoy candidato oficial Daniel Scioli.

La candidata a diputada nacional por el Frejuli Irma Roy, por su parte, argumentó en declaraciones radiales que “nuestro pueblo vota por apasionamiento, no vota por racionalización”. “Pero tampoco se puede votar políticamente así, de esta manera”, dijo enojada con la farandulización de la política.

Por ahora el monstruo está dormido y dice que no le interesa…, pero, por las dudas, los políticos ya empiezan a tenerlo en cuenta.