Y por aquello de que la mejor defensa es un buen ataque, fustigan a los gurúes de los 90, sumándose a la teoría conspirativa expresada por el Presidente.
El titular del bloque oficialista de Diutados, el santafesino Agustín Rossi sostuvo que "hay gente en el país a la que le encanta vivir alentando expectativas inflacionarias que no son reales, porque ganan muchísima plata anunciando tempestades que nunca se concretan".
Para el diputado kirchnerista, dichos sectores "son los mismos que pronosticaban un dólar a 10 pesos y apostaban al fracaso del canje de la deuda privada".
Rossi salió a pedir "desenmascarar a quienes les va bien cuando a la mayoría de los argentinos les va mal, porque no vamos a permitir que tiren por la borda cuatro años y medio de esfuerzos que significaron grandes logros para el país".
A través de un comunicado de prensa, Rossi dijo que "no se puede evaluar la marcha de la economía y subestimar la baja del desempleo y la pobreza reduciéndolo a la evolución del precio del kilo de tomate".
Por su parte, el diputado kirchnerista Carlos Kunkel expresó que "lo que se discute es el proyecto de país; si se instala el de los gurúes que manejaron la economía hasta el 2001 o si continuamos con esta política, que es perfectible, pero que está dando mejores condiciones a los argentinos".
"Los desajustes de precios son algo natural a la evolución que registró la economía de los últimos años, "porque se ha entrado en un proceso de crecimiento muy expansivo", destacó.
Por otra parte, Kunkel resaltó que "hay una expansión muy grande de la demanda porque se ha producido una gran redistribuición de la renta".