Los rumores en el Parlamento son muchos y los nombres de gobernadores, senadores y actuales diputados suenan como posibles reemplazantes de Alberto Balestrini.
Habrá recambio de dueño de sillón en el Poder Ejecutivo y en el Legislativo. La presidencia de ambas cámaras parlamentarias quedarían vacantes, ya que hay recambio
obligado y seguro en el Senado, por cuanto Daniel Scioli dejará de ser vicepresidente de la Nación, y en Diputados, si como todo parece indicar, el ex motonauta se convierte en gobernador y se lleva con él a Alberto Balestrini, como vicegobernador.
De tal manera, quedará abierta la disputa por reemplazar al actual presidente de la Cámara baja, en un trámite que se anticipa arduo, por cuanto se manejan varios nombres.
Número puesto es Felipe Solá, quien deja la gobernación bonaerense y es citado para el cargo desde mucho antes aun de que se oficializara su ubicación al tope de la lista de candidatos bonaerenses. Pero hay muchos más nombres, algunos de ellos, sorpresivos.
Históricamente la titularidad de la Cámara de Diputados le toca a un bonaerense. La tradición indica además que debe tener experiencia en la labor parlamentaria. Esto es, debe llevar por lo menos un año ya como legislador (no olvidemos que su principal función es lograr consensos entre los diferentes sectores políticos).
Sin embargo, la letra de estas tradiciones ha sido alterada en los últimos tiempos. La condición de bonaerense, por ejemplo, se modificó en tiempos de la Alianza, cuando Fernando de la Rúa dispuso que su amigo porteño Rafael Pascual presidiera ese cuerpo. Pascual ya era diputado nacional, así que experiencia tenía. Lo cual no sucedió en el caso de Balestrini, quien inmediatamente después de asumido, pasó a comandar la Cámara, aunque ya tenía experiencia anterior como diputado nacional.
Decíamos que el primer nombre que se manejó para la futura presidencia de Diputados fue el del actual gobernador de la provincia de Buenos Aires Felipe Solá. Sin embargo, diversas fuentes señalan que las internas del kirchnerismo y los propios legisladores se opondrían a que sea Solá. “No podría reunir nunca número para sesionar”, deslizó un diputado ultrakirchnerista.
El nombre que avanza a paso lento pero con posibilidades ciertas es el actual timonel del bloque del Frente para la Victoria, Agustín Rossi, que suma el apoyo de varios legisladores kirchneristas y del Peronismo Federal. Es clave aquí ver que de ascender Rossi, la presidencia del bloque recaería en manos del titular del bloque aliado al oficialismo, José María Díaz Bancalari.
Aunque tampoco habría que descartar tampoco que fuera el hombre de San Nicolás finalmente el designado, con lo cual Rossi seguiría en su lugar, y un bonaerense con experiencia presidiría la Cámara. Pero hay un detalle para tener en cuenta: Díaz Bancalari tiene muy buena relación con Néstor Kirchner. Pero no necesariamente es santo de la devoción de Cristina, quien no tendría nada contra él, pero tampoco vería con agrado que quien acompañó a Chiche Duhalde como candidatos a senadores contra ella en 2005, quede ahora en tan empinado cargo.
Uno de los rumores más fuertes que circuló esta semana en los despoblados pasillos parlamentarios es por demás sorpresivo. Se trata del actual senador nacional por Córdoba Roberto Urquía, quien se postula como candidato a diputado. Urquía es un importante empresario del aceite y de muy buenas relaciones con la Cámara de Industriales. Pero su principal virtud es que tiene una excelente relación con Cristina Fernández de Kirchner, y que se conocen de compartir un lugar en la Cámara alta.
Sin embargo, fuentes parlamentarias aseguran que él mismo habría dicho que no podría ocupar ese lugar, ya que no dispone del tiempo suficiente para semejante actividad.
Convengamos también que con Urquía se estarían trasgrediendo las dos tradiciones antes descriptas: ni es bonaerense, ni tiene experiencia en esa Cámara. No faltó tampoco quien deslizara la posibilidd de que la versión hubiera surgido del propio de Urquía, o bien que se tratara de una “bomba de humo” para despistar…
A la danza de nombres se sumó esta semana otro también sorpresivo: el de Vilma Ibarra, también senadora, y cuya postulación cuenta con el aval del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien desea tener alguien de confianza en el Parlamento. Es además amiga de Cristina Fernández de Kirchner, pero esta variable no tendría el consenso de los demás legisladores.
La última palabra, de todas maneras, la tendrá la hoy primera dama, en caso de que como las encuestas indican, sea a partir del 10 de diciembre quien gobierne desde Balcarce 50.
