La diputada provincial justicialista del Chubut Rosa Laudelina Chiquichano descendiente directa de caciques Tehuelches, pidió que “la jornada de este vierens sea de reflexión no solo para nuestros pueblos originarios sino para todos los hombres de buen corazón”.

La reflexión de la diputada fue dada a conocer en vísperas del del 12 de octubre, día en que el marinero Rodrigo de Triana divisó en 1492 la tierra desde una de las naves españolas comandadas por Cristobal Colón.

“No puede de ninguna manera recordarse como un día festivo por nuestros pueblos que fueron diezmados, pero no solo lo debemos mirar nosotros como un día de reflexión, sino todos los seres de buen corazón que descubrirán detrás de esa fecha el inicio de una historia de genocidio”, sostuvo Chiquichano.

Sin embargo, la diputada pidió “no propiciar las diferencias con nuestros hermanos, descendientes de inmigrantes gringos, quienes no son culpables de lo que hizo Francisco Pizarro o Hernán Cortés”.

“Después de todo no me puedo olvidar de mis hermanas españolas y yugoslavas que me prestaron los primeros libros para que yo pueda estudiar” recordó Chiquichano, quien hace unos años se transformó en la primera graduada de su pueblo con el título de abogada.

Rosa Laudelina (60) aclaró que “soy descendiente de tres caciques” y enumeró a Juan Chiquichano, Adolfo Nahuelquir Chiquichano y Ynull (José María) Llanquetrú.

La legisladora es candidata a diputada nacional por el justicialismo de Chubut para las elecciones de este mes, y prometió que “cuando asuma lo haré vestida con un traje artesanal confeccionado por mí y hecho en telar por una hermana”.

Además aseguró que “si llego a ser diputada nacional como todas las encuestas lo indican, juraré envuelta en un kaiajnún (o quillango) confeccionado con cuero de chulengo (cría de guanaco) que se hace sacrificando al animal a los diez días de nacido porque es maleable”.

Sostuvo que “con esa vestimenta estaré reivindicando a todo mi pueblo y a su cultura, porque tiene además motivos que hacen referencia a la cruz del sur, la de cuatro puntas, como cuatro es el número sagrado de nuestros pueblos”.

Rosa Chiquichano nació en Yalalaubat, un paraje identificado en el mapa como “aldea escolar”, ubicado 380 kilómetros al noroeste de esta capital.

“Yalalaubat es el nombre de una planta de la que mis antepasados sacaban las raíces para hacer peines” graficó la diputada sin ocultar orgullo y recordó además que sobre ese paraje tiene un poesía en la que expresa su sentido de pertenencia.

Y para que no queden dudas repite “yo no tengo que pasar las fronteras para saber de donde vengo”, aunque insistió con que “mañana debe ser un día de reflexión y no de odio y rencor, porque con esos sentimientos no se construye nada nuevo y todo se hace más difícil”.