El vocero presidencial ha sido testigo de otras experiencias traumáticas de la primera dama. Conozca la vez que se encontraron con un tornado.
Compañero de todos los viajes de la primera dama, el vocero presidencial Miguel Núñez solía también ir con Cristina Kirchner a todos lados en los tiempos en que ella recorría el país haciendo campaña contra la aprobación del tratado sobre los Hielos Continentales y él era su vocero. Con tanto millaje recorrido, hay cientos de anécdotas y no pocos sustos.
En el libro Cristina K. La dama rebelde, de José Di Mauro, se señala que cierta vez la entonces primera dama de Santa Cruz volvía de dar una charla en Entre Ríos en un pequeño avión de LAER, y al iniciar el despegue comenzó a sonar una alarma. "¿Qué pasa? ¿Qué pasa?", comenzó a inquietarse Cristina. A su lado, Miguel Núñez trataba de tranquilizarla: "Nada, no pasa nada", le decía, sin la menor idea de lo que estaba sucediendo y con el mismo susto en aumento. La aeronave, que acababa de despegar, volvió a la pista. Recién se dieron cuenta de lo que sucedía cuando el piloto bajó de la nave y cubrió de insultos al personal de pista: uno de los ayudantes de pista se había olvidado de sacarle la traba a una de las ruedas.
Otro susto vivió Cristina ya no en avión, sino en auto, cuando la entonces senadora santacruceña retornaba junto a su vocero de una visita a la Cámara Empresaria de Pergamino, y en plena ruta 7 los agarró un tornado. "Era tan grande que tuvimos que meternos con el auto debajo de un árbol... Estábamos en el medio del campo y no sabíamos dónde meternos", contó Miguel Núñez, quien recordó que terminaron volviendo muy despacio, siempre bajo la lluvia.
El temor fue verdadero, señala la biografía de Cristina, amplificado por la sugestión que generaba el hecho de que por entonces -1996- se estaba dando en los cines Twister, así que los pasajeros de ese auto y en particular Cristina -una cinéfila apasionada- se llevaron el susto de sus vidas.